Un hermano del infortunado, explicó que ellos estaban en el mencionado lugar cuando escucharon que en una casa vecina, donde estaba Rubén Cordero hijo, se inició una pelea.
Al parecer el joven de 20 años se propasó con una mujer que estaba en la fiesta, y el acompañante de la dama inició la pelea.
El infortunado y su hermano le pidieron al joven que se retirara de la casa para evitar una situación peor. El muchacho obedeció y se fue a dormir. Creyendo que todo estaba solucionado Rubén y su hermano Enrique siguieron entre palos y cuentos en el frente de su residencia.
Poco tiempo después llegaron los asesinos y abrieron fuego contra la casa y los presentes. Enrique Cordero vio a su familiar malherido y lo trasladó hasta el Hospital Noriega Trigo, donde murió minutos después de su ingreso.