
Las semillas de calabaza han tomado un papel destacado entre los alimentos saludables gracias a su elevado contenido nutricional y su fácil incorporación en la dieta diaria. Su perfil incluye grasas saludables, proteína vegetal y minerales esenciales, lo que las convierte en una opción atractiva para quienes buscan enriquecer su alimentación.
De acuerdo con un artículo de EatingWell, uno de los principales beneficios de las semillas de calabaza es su capacidad para mejorar la salud del corazón. Estas semillas son ricas en ácidos grasos omega-3, que ayudan a elevar los niveles de colesterol HDL, conocido como colesterol "bueno". Este tipo de colesterol contribuye a eliminar el colesterol dañino de la sangre, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además, un estudio publicado en el Journal of Medicinal Food señala que las semillas de calabaza pueden ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre, en particular, su combinación de proteínas y fibra evita picos glucémicos, lo que es beneficioso para personas con diabetes o quienes desean regular su energía a lo largo del día.
Otro estudio en Nutrients sugiere que estas semillas también pueden favorecer la calidad del sueño debido a su contenido de magnesio, un mineral esencial para la relajación muscular y la salud neurológica. También presentan triptófano, un aminoácido que ayuda en la producción de serotonina y melatonina, componentes claves para un buen descanso.
Las semillas de calabaza aportan 9 gramos de proteína por porción de 30 gramos, colocándolas entre las opciones vegetales más ricas en este macronutriente.
Las semillas son una buena fuente de zinc, que regula la progesterona y apoya la salud reproductiva femenina. Además, contienen fitoestrógenos, que pueden moderar la actividad del estrógeno en el cuerpo. Según la nutricionista Maggie Michalczyk, son beneficiosas para las mujeres por su contenido de zinc.
En una porción de 30 gramos, las semillas de calabaza aportan 166 kcal, con 6 gramos de carbohidratos y 0 gramos de azúcares añadidos. Su contenido de grasa total es de 12 gramos, sin colesterol y con un bajo contenido de sodio. Destacan por su cantidad de magnesio (150 mg), fósforo (345 mg), potasio (107 mg) y zinc (6 mg).
Generalmente, las semillas son bien aceptadas, aunque personas con alergias específicas o enfermedades digestivas como la diverticulitis deben consultar a un médico antes de consumirlas. Aquellos con dietas bajas en fibra también deberían ser cautelosos.
La versatilidad de las semillas de calabaza permite que se usen en copas de avena, yogur, ensaladas, barras energéticas y otros platillos, añadiendo textura y valor nutricional. También se pueden tostar con condimentos para variaciones en su consumo.
Estas semillas ofrecen numerosos beneficios, desde la salud del corazón hasta la mejora del sueño, lo que las convierte en un complemento valioso en cualquier dieta balanceada.
DCN/Agencias