El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela expresó su contundente rechazo al secuestro de la Flotilla de la Libertad, que incluyó el buque Madleen, interceptado por fuerzas israelíes en aguas internacionales mientras transportaba ayuda humanitaria hacia Gaza. El canciller Yván Gil, a través de su canal de Telegram, calificó la acción como un acto de piratería y una agresión contra la solidaridad internacional, resaltando que la misión de la flotilla era llevar alimentos, medicinas y esperanza al pueblo palestino.
Venezuela sostiene que este incidente se produce en un contexto de genocidio perpetuado por el gobierno de Benjamín Netanyahu, que actúa “con total impunidad” contra la población civil palestina. El comunicado oficial del gobierno destaca que obstruir la entrada de ayuda humanitaria no solo viola el derecho internacional, sino que también forma parte de un exterminio sistemático impuesto sobre un pueblo que continúa resistiendo.
El presidente Nicolás Maduro, al frente de este pronunciamiento, exige la liberación inmediata de los activistas retenidos, el cese del bloqueo a Gaza y el término de las agresiones contra Palestina. La situación se enmarca en un escenario de tensiones internacionales y constantes llamados a la paz y la justicia en la región.
DCN/Agencias