“Que busca la gente en este proceso de noviembre y en el voto” Por Johnny Galué Martínez

La gente busca líderes, que actúenno como intelectualessino que piensen, que actúen, con el sentir de la gente. A la gente, no le importa las ideologías, las estructuras de los partidos, ni los programas de gobierno, ni la prensa, ni las vallas o el dinero. Son las razones por las cuales la gente se compromete y vota. El elector vota en función de tres aspectos “físicos” muy marcados, corazónhígado y estómago. A lo que se suman los sueños, la credibilidad y el respeto que siente por parte de los candidatos. Así se construyen los líderes que quieren ganar elecciones.

Para los consultores que han participado, de alguna manera, en centenares de campañas, expresan, que no hay respuestas mecánicas, ni fáciles. No hay normas generales. Cada campaña es un nuevo reto en el que se aprende más, para empezar de nuevo a aprender y acumular experiencia en la siguiente campaña. El votante toma en cuenta temas que le movilizan, para pronunciarse. En Venezuela, los partidos, se han ido vaciando de sus contenidos ideológicos.

Lo que mueve al elector, es el tema que más polémica provoca en los medios políticos y académicos. No hay una sola explicación para el voto. Los electores logran moverse,  gracias a una serie de elementos, entre los que sobresale la elaboración de una estrategia correctabasada en una investigación sistemática de la opinión pública y de la coyuntura electoral. Las elecciones no son concursos de merecimientosEn muchas ocasiones, pierden las elecciones candidatos que son evidentemente más capaces, más correctos y más eficientes que otros. Esto es difícil de entender desde la racionalidad. Creemos y partimos, desde el racionalismo, que todos los seres humanos deberían operar con una lógica cartesiana, pero la verdad es otra, somos mucho más irracionales de lo que suponemos y nos movemos más por los sentimientos y las emociones que por las razones. El elector es un ser humano enormemente razonable que sin embargo no toma las decisiones más importantes de su vida usando la razón. Ama a sus hijos y a su pareja, siente fastidio por quienes los agrede de alguna manera, cree o no en Dios, no por razonamientos sino movido por pasiones. Por eso cuando vota no toma en cuenta solo su bienestar y la eficiencia del mandatario sino que lo hace orientado por otros sentimientos.  Esto es contrario, a lo que defienden los teóricos, periodistas y políticos del viejo orden, que quisieran que los votantes tengan opciones racionalistas. Los electores, en especial los jóvenes, se ríen del poder y la comunicación tradicional, aburrida, con banderitas, señores con caras insociables, programas aburridos, frases pomposos. Todas estas cosas ahuyentan votos. Ahora los candidatos bailan, lloran, tocan la guitarra, hacen cosas graciosas que nunca habrían sido inimaginables en los viejos caudillos. Los votantes indecisos no votan por ideas. No suelen entenderlas, ni les interesa hacer un esfuerzo para eso. Quienes dicen que votan con la cabeza son los editorialistas, militantes y electores decididos, que usan su mente para confirmar sus prejuicios. Su voto tampoco se mueve por las ideas. Racionalizan pasiones y posiciones ya adoptadas ante la vida. Las propuestas de los candidatos contemporáneos son básicamente las mismas. No hay casi nada original y, cuando aparece algo, es inmediatamente plagiado por todo el mundo en un mundo en el que todos estamos conectados a La Red.

 

Dr. Johnny Ramon Galué Martínez

@COOTUR

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