El río Paraguay es un hilo de agua cinco meses después de la gran inundación

El río Paraguay es un hilo de agua después de la gran inundación de mayo pasado, cuando su crecida extraordinaria acorraló a los barrios pobres de Asunción.Ahora, en cambio, la pronunciada bajante dejó al descubierto toneladas de basura y hasta un barco histórico hundido.

Hace cinco meses, el río Paraguay alcanzó un nivel de desastre con un pico de 8 metros y dejó un tendal de 100.000 damnificados.Esta semana, la medida llegó a 0,76 metros en Asunción, causando penurias a la navegación e ingentes pérdidas a la economía.

«Las lluvias son de corta duración, escasas, erráticas.El volumen de aguas es menor al habitual de la época», dijo a la AFP Eduardo Mingo, experto de la Dirección de Meteorología de Paraguay.

La sequía repercute igualmente en el caudaloso río Paraná tanto en su parte brasileña, como en las paraguaya y argentina.

El ministerio de Industria y Comercio liberó la importación de cemento ante la escasez por la crisis de producción atribuida a la bajante excepcional del río que perjudica el transporte de la materia prima, el clínker.

La alarmante baja provoca sobrecostos importantes en el movimiento de mercaderías en los principales puertos de Asunción y Villeta, a unos 30 km.

En Pilar, 300 km al sur, la Administración de Navegación y Puertos autorizó la descarga de mercaderías y el transporte de los contenedores por tierra hasta la capital.

Paraguay cuenta con la tercera flota más importante de barcos y barcazas de agua dulce del mundo (unos 4.000), después de Estados Unidos y China.Las naves atraviesan el Paraguay hasta la desembocadura en el Paraná (400 km al sur) y recorren otros 930 km hasta la confluencia con el Río de la Plata.

A través de la hidrovía se puede viajar otros 2.000 km aguas arriba tocando puertos de Bolivia y Brasil, hacia donde se transportan sobre todo productos agropecuarios.

«Esta situación complica la importación justo en esta temporada cercana a fin de año, lo que incidirá en el encarecimiento», vaticinó Guillermo Ehrecke, un empresario naviero.

De persistir el fenómeno incidirá hasta en la suba de combustibles «por el riesgo de desabastecimiento», agregó Esteban Dos Santos, presidente del Centro de Armadores Fluviales.

Toneladas de basura

Cubiertas, plástico, basura tecnológica como restos de televisores y computadoras, aires acondicionados y hasta vehículos: desechos de todo tipo se descubren con el nivel de las aguas.

El gobierno alistó al ejército para las tareas de limpieza en la Bahía de Asunción.Los estudiantes también se lanzaron a la limpieza como parte de una tarea de concienciación impulsada por el ministerio de Educación.

Las alcaldías de Asunción y las ciudades circunvecinas apoyan con tractores y retroexcavadoras.

«Hasta las empresas tiran. Si dejamos de ensuciar los cauces se van a regenerar.Podemos hacer muchas limpiezas, pero lo más importante es lograr de que no sigamos ensuciando», dijo el concejal de Asunción Álvaro Grau.

Barco histórico

La severa sequía descubrió los restos de un histórico barco militar de los tiempos de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), la contienda que enfrentó a Paraguay con Argentina, Brasil y Uruguay.

Se trata del vapor «Paraguarí», una de las embarcaciones más importantes de la flota paraguaya de la época, hundida en las cercanías de Puente Remanso, a unos 20 km de la capital paraguaya, aguas arriba.

El descubrimiento de los restos de la mole que estuvo oculta durante 150 años, movilizó a autoridades de la Comisión Nacional de Puesta en Valor y Recuperación de Patrimonio para rescatarlos, al tiempo que lo visitan centenares de curiosos y pescadores.

«Limpiar la costa del río Paraguay es una tarea maratónica», resumió Marcos González, un fotógrafo paisajista y activista ambiental que instó a la población a participar de la tarea.

«Estamos viendo el resultado de los años de postergación y desidia por parte del Estado.Tenemos un trabajo gigantesco que solo con la ayuda de las instituciones podemos hacer», manifestó.

La bajante repercute en el río Paraná donde se asientan las gigantescas hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá que Paraguay comparte con Brasil y Argentina, respectivamente, y afecta los costos de operación en la producción de energía.

El ministerio del Ambiente instó a acelerar la limpieza para evitar una epidemia de dengue.»Necesitamos disminuir la infestación larvaria», dijo a la AFP el ministro Ariel Oviedo.

AFP

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