¿Conoces la fruta llamada kumquat?

El kumquat es una fruta exótica o tropical cuanto menos curiosa, sobretodo si tenemos en cuenta que también es popularmente conocida con el nombre de naranja enana.

Efectivamente, el kumquat es una fruta que pertenece a la familia de las Rutáceas, la cual comprende más de 1.600 especies entre los que destacan sobretodo el género citrus, una de las más importantes al contar con 20 especies con frutos comestibles.

Entre los cítricos podemos destacar precisamente el kumquat por ser el fruto más pequeño, y el único cuya cáscara o piel es comestible (de hecho resulta delicioso comerlo entero).

Su sabor puede llamar mucho la atención de personas que nunca antes lo han comido, ya que mientras su cáscara presenta un sabor dulce ligeramente ácido, su pulpa es algo más amarga.

¿Su principal ventaja? Además de su riqueza en vitamina C (como comprobaremos en el siguiente apartado dedicado a los beneficios del kumquat), lo podemos encontrar todo el año.

Propiedades nutricionales del kumquat

 Como comentábamos brevemente en la línea anterior, el kumquat destaca desde un primer momento por su altísimo contenido en vitamina C, un nutriente esencial indispensable ya que interviene en la formación de huesos y dientes, glóbulos rojos y colágeno, mejora la resistencia a las infecciones y además es antioxidante.

También destaca la presencia de ácido fólico (participa en la producción de glóbulos blancos y rojos, y además es indispensable antes y durante el embarazo), así como minerales como el potasio (necesaria para la transmisión y generación del impulso nervioso) y el magnesio (mejora el sistema inmunológico).

Eso sí, es una fruta con un valor energético elevado, aunque su consumo se aconseja dentro de una dieta sana y equilibrada. A pesar de su valor energético, aporta saciedad, por lo que se recomienda también en dietas de adelgazamiento.

Beneficios del kumquat

Al igual que las naranjas y los limones, el kumquat es un cítrico especialmente rico en vitamina C, cuyo consumo es ideal en otoño e invierno al mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico (destaca también en este sentido la presencia de magnesio en su composición).

Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares y el cáncer. También es útil para aumentar la producción de bilis, mejorando la digestión. Mientras que por su contenido en fibra favorece y ayuda en el tránsito intestinal.

DC/Agencias

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...