Maduro intentará disolver a la AN con apoyo del TSJ y llamará a nuevas elecciones

Esta semana, Miguel Salazar, director del semanario “Las verdades de Miguel”, advirtió que si el presidente Nicolás Maduro intenta disolver la Asamblea Nacional, aunque cuente con un sólido argumento del Tribunal Supremo de Justicia, no estaría tomando el camino correcto.

“Si el gobierno logra que el TSJ lo apuntale jurídicamente, la disolución de la AN será un hecho. Entonces tendrán que llamar a elecciones en un plazo de 30 días”, expresó el articulista.

El editor destacó que mientras “el descontento va tomando cuerpo de vendaval y un pueblo huérfano de dirigencia puede terminar siendo una estampida que arrase cuanto encuentre a su paso. Alerta”.

Salazar señaló que con la solicitud de revocatorio, la oposición ha perdido experimentar una victoria en las elecciones de alcaldes y gobernadores.

Acá el artículo completo publicado por Salazar

Si digo que la oposición no da “pie con bolas” es porque a través de todos estos años su proceder me ha dado la razón. Hoy está en puertas su disolución. No voy ahora entrar en razones para saber si el Gobierno tiene o no razón.

Particularmente, yo, Miguel Salazar, habría procedido de otra forma. Ya lo he dicho, yo jamás me hubiera aferrado al poder. Es hora de retirarse, reflexionar sobre los aciertos y desaciertos, contar los cañones y prepararse para emprender el regreso. El mundo no se va acabar porque se abra un paréntesis.

Disolver la AN, así se cuente con una sólida argumentación del TSJ, no es el camino. En sí la oposición ha marcado la pausa de su derrota. Su dirigencia es tan responsable de la crisis como lo es el Gobierno. Hasta ahora ninguno de sus líderes ha aceptado su responsabilidad. Ellos tienen una larga experiencia en equivocaciones cuyo ejemplo más vigente es Henry Ramos Allup.

En 1993 se empeñó en sacar a CAP cuando apenas le faltaban meses para culminar su mandato. Después vino el affaire Alfaro, tras desconocer su candidatura aupó el apoyo de AD para un aspirante de la derecha valenciana, así el partido blanco se redujo a su mínima expresión. En abril de 2002 atizó el golpe de Estado. Después favoreció el paro petrolero. Más tarde, en 2004 auspició un referéndum revocatorio que no tenía sentido por cuanto Chávez contaba con un sólido apoyo popular; entonces para lavarse la cara hizo correr la versión de un fraude, del cual no se ocupó nunca de presentar pruebas.

En 2005 dejó caer un bombo alentando la no presentación de la oposición en las elecciones parlamentarias. En 2013 no se opuso a la violencia callejera. Ahora en 2016, ha conducido la AN de manera penosa, comenzado sus yerros cuando le dio un plazo de 6 meses a Maduro para sacarlo de Miraflores. Lo demás es historia reciente; en sus manos la AN ha resultado un verdadero fiasco.

Ahora, con la solicitud de revocatorio la oposición ha perdido experimentar una glamorosa victoria en las elecciones de alcaldes y gobernadores, porque estas no se realizarán bajo el pretexto de que el revocatorio no dio tiempo para más nada. Y lo más triste, el referéndum revocatorio cada día toma más carácter de espejismo.

Si el Gobierno logra que el TSJ lo apuntale jurídicamente, la disolución de la AN será un hecho. Entonces tendrán que llamar a elecciones en un plazo de 30 días y más lejos se pondrá la advertencia de su excelencia carabobeña. Mientras que el descontento va tomando cuerpo de vendaval y un pueblo huérfano de dirigencia puede terminar siendo una estampida que arrase cuanto encuentre a su paso. Alerta.

DC|Maduradas

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...