Encuestadora afirma que desempleo se agudiza en Panamá durante gestión de Juan Varela

Pese a que en el gobierno de Ricardo Martinelli, el desempleo pasó a ser un problema casi superado, durante la administración de Juan Carlos Valera este flagelo se ha convertido en uno de los temas que más inquieta a los panameños.

La situación ha llegado a tal nivel que, según la última encuesta de Dichter & Neira, publicada para TVN, los panameños colocaron el tema del desempleo como el problema que más afecta al país, con un 17% de puntuación, solo superado por la inseguridad.

Entre los factores que pudiesen haber contribuido a que el desempleo reaparezca como una preocupación en la actual administración gubernamental están: la paralización de megaproyectos, las trabas burocráticas, la lenta ejecución presupuestaria de las instituciones, así como el poco respeto a la seguridad jurídica.

Ante esta situación, la promesa del Gobierno sobre potenciar el pleno empleo en el país se aleja, al menos, así lo percibe la población.

Al hacer un recuento de años anteriores, en el 2012, la tasa de desocupados en Panamá se ubicó en 4.6% de una fuerza económicamente activa de 1.6 millones de personas durante el primer semestre de ese mismo año.

Esto hizo que a finales de su gestión, el expresidente Ricardo Martinelli llegara a afirmar que el país gozaba de pleno empleo, gracias al crecimiento económico que logró la reducción de los desocupados en el 2014 a 4.0%.

No obstante, dos años más tarde, el tema del desempleo ha comenzado a figurar entre los problemas que más agobian a los panameños, dado que en junio del 2015, este factor marcó un 11%, pero ha ido incrementándose hasta llegar en el 2016 a 17%.

Analistas consideran que este problema se ha vuelto latente en el gobierno del presidente Varela, tras producirse varios factores como los escándalos financieros, la falta de políticas efectivas y menos circulación de dinero entre los sectores más pobres.

Para el economista Juan Jované, analizar el desempleo debe abarcar tanto los elementos vinculados al empleo como a las remuneraciones o pagos.

El catedrático señaló que, solo hasta agosto de 2015, Panamá cifró una tasa de desempleo de 5.1%, la cual algunos consideran una situación de «pleno empleo», pero en realidad muestra una precariedad.

Según el economista, se trata de mucho más esta cifra de desempleo, pues al sumar el número de subocupados al total de los desempleados, se podría establecer que no menos del 15.3% de la población económicamente activa se encuentra en estas condiciones.

Afirma que ello «constituye un alto nivel de subutilización del trabajo potencial existente». «Si se entiende que la informalidad implica precariedad, se puede realizar un nuevo cómputo de la misma», instruyó en un escrito.

Incluso va más allá al afirmar que el 39.7% de la población económicamente activa estaría en condiciones de precariedad en el trabajo.

Además de que si el salario creció entre el 2004 y el 2014 un promedio anual de apenas el 1.7%, no es correlativo con la productividad promedio del trabajo, que lo hizo en 8.0%.

Ello repercute directamente en las necesidades del panameño, tales como canasta básica y vivienda, y en el monopolio en la importación y distribución de bienes básicos.

Por otra parte, el incumplimiento de las leyes sociales que amparan al trabajador se hace evidente en el hecho de que, según estadísticas del Inec, en agosto del 2015, más de 109 mil trabajadores que laboran en empresas privadas fueron calificados como informales.

«Estos carecen de un contrato escrito de trabajo, así como de protección en la seguridad social», manifestó el economista.

El dirigente gremial Fernando Cebamanos afirmó que la población relaciona esta situación con los problemas que ha tenido Panamá en los últimos meses, como el caso Waked y los papeles de Panamá, los cuales percibe como una amenaza a sus empleos.

«De hecho lo es, y se acompaña de datos concretos, como la disminución del empleo y los salarios, no es invento ni temor porque se ha disminuido la oferta de empleo», apuntó.

Indicó que debe procurarse el respeto al trabajo decente, pero en los últimos años, las empresas han importando mano de obra extranjera, lo que libera la posibilidad de reducir los salarios, y se externaliza el empleo, lo que afecta a los nacionales.

«No se puede seguir afectando a los trabajadores, y eso se ve en cómo el trabajo informal ha ido aumentando. Esta es la ley de la jungla», acotó.

 

DC|PA

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...