Vivas:Tal vez reaccionamos muy tarde al problema de la inseguridad

En una entrevista para el diario Últimas Noticias, el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Darío Vivas conversó sobre los repuntes que hicieron que hoy por hoy el flagelo de la inseguridad sea el principal problema del país. Acusó a los medios de ser partícipes y formar parte de la violencia desatada, sin embargo, aclaró que pueden cubrir la fuente sucesos dando cifras gubernamentales y oficiales.

A continuación el artículo textual del diario de circulación nacional:

El 31 de diciembre de 2013, a las 11 de la mañana, el diputado Darío Vivas enterraba a su sobrino mayor: “el consentido de la familia”. Murió en manos de la violencia. El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional presenció el asesinato a través de un video grabado en el restaurante de Charallave, lugar en el que murió el 29 de diciembre luego de recibir varios balazos.

Cuando habla de eso, toma aire fuerte y hace una pausa. Está sentado en una silla de cuero en el Palacio Legislativo. Viste una franela blanca y un pantalón negro. Parece que estuviera en la sala de su casa. Vivas tiene 14 años haciendo vida legislativa. Asegura que han debatido el tema de la inseguridad y como bandera presenta la Ley Desarme.

¿Ha sido exitosa en su aplicación?

Está en desarrollo, faltan algunos elementos por ejecutarse. Tenemos esa ley y otras que deberíamos hacer.

¿Por ejemplo?

Revisar el Código Penal, modificarlo. Ya están trabajando en la Comisión de Política Interior porque hay quienes plantean su reforma casi total. Los que saben de eso dicen que no responde a la realidad nacional.

¿Para endurecerlo?

Sí, por el nivel de deterioro social, de cultura que privilegia el tener sobre el ser; más años de pérdida de la formación ciudadana, de educación y de jóvenes que quedan a las expensas de un medio de comunicación con toda su carga de violencia.

¿Cree que eso realmente tiene incidencia?

La sumatoria de todo eso tiene incidencia. También factores externos, a los que les conviene abrir nuevos mercados para la droga. Eso va sumando, igual que la impunidad, la corrupción. Es un problema estructural que viene desde los años sesenta, cuando desde el exterior debilitaron el nivel de conciencia de la juventud venezolana que para ese tiempo era rebelde, protestaba, se movilizaba y tenía una cultura influenciada por los movimientos de izquierda. Y que ahora es que está haciendo explosión en estos años.

¿Por qué la inseguridad se siente hoy con mayor fuerza?

Porque se le da esa connotación a través de los medios de comunicación, que en lugar de contribuir a trabajar en función de los valores de la sociedad, han convertido a la violencia en un negocio.

 

¿De qué manera?

La violencia da rating. La violencia vende. Todo esto tiene que ver con el modelo económico. El capitalismo genera violencia. Al que más tiene, más se lo reconoce.

Entonces, ¿la introducción del modelo socialista no ha terminado de calar?

Bueno, lo que pasa es que hoy por hoy en Venezuela hay una propuesta de cambio.

Los medios del Estado, como Ciudad Caracas, Correo del Orinoco o Vea, buscan invisibilizar los sucesos. ¿Cuál sería una propuesta de su parte como un integrante de la Comisión de Medios?

Yo creo que la prensa que responde al proceso revolucionario ha asumido la tarea de informar, ante la manera exagerada y amarillista de presentar la noticia de los otros. Sabemos que lo que buscan es meter miedo. Ante eso se informa a la colectividad que hay un Gobierno que tiene una voluntad política de atender el problema. ¿Qué hace la prensa nuestra, pues? Informa lo que hace el gobierno bolivariano.

No dice “mataron a cuatro”, sino que estamos actuando para que no maten a cuatro. Porque los medios de comunicación ocupan los espacios de los partidos políticos. No digamos que están politizados, porque a mí esa palabra no me gusta. Yo creo que aquí todo es político. Diría más bien que se partidizaron.

Ahora lo que plantea es censura. ¿No es injusto que las víctimas de la violencia no aparezcan en los medios del Gobierno?

Estamos claros en que, si matan a alguien, eso hay que informarlo. Lo que yo no puedo hacer es poner las cifras que yo quiera, sin tener una cifra oficial. Eso se resuelve con transparencia gubernamental.

Claro, pero cuando dices que hay 30 cadáveres en la morgue y no me haces la discriminación de cuántos murieron por un infarto, en un choque o como víctimas del hampa, los metes a todos en un solo saco y yo tengo que informar bien. Me tengo que dotar de instrumentos, que son los medios de comunicación, para decir que esto es así. Por ejemplo, tienes un millón de niños que van a la escuela, pero tú agarras al único grupo que nos faltó. Y no dices nada de lo otro. Ahí estás manipulando.

Sabiendo que la inseguridad angustia a los venezolanos desde hace tiempo, ¿no considera que reaccionaron muy tarde?

Tal vez. Tal vez no nos dotamos de un estudio científico para entender la magnitud del problema de la inseguridad. Llegamos a pensar que podíamos atenderlo con los planes dirigidos a la represión, al sistema judicial y no fuimos más al fondo, hacia su esencia. Al modelo cultural, a la atención a la familia, a los valores.

¿Y las misiones?

Atendimos primero la salud y la educación y esta última pensando en acabar con el analfabetismo. Creamos las misiones Robinson, Ribas y Sucre para que todo el mundo sintiera que tiene una posibilidad de formarse y entender en el mundo en el cual estamos. Sin embargo, el presidente Hugo Chávez, en 2011, pone como primera tarea en las Líneas Estratégicas de Acción Política ese tema. Ya se tenía mayor conciencia sobre la ruptura de la ética y la moral.

¿Podría decirse que durante los primeros años este Gobierno pecó por omisión en el tema de la inseguridad? Porque parece que en las explicaciones siempre está diluida la responsabilidad del Estado.

Hay una cantidad de planes que se han desarrollado. No diría que es por omisión, sino que no se tuvo la suficiente claridad en el deterioro inmenso del modelo y cómo habían tocado al ciudadano y a la familia. Y en las primeras de cambio, las medidas que se tomaron estaban dirigidas a atender el problema de la inseguridad para dotar al país con planes, más que todo policiales. Fíjate que uno mismo decía: “Vamos a sacar al Ejército para la calle”.

Hoy aparece de nuevo la propuesta de la militarización

Luego de revisar los estudios y análisis, es ahora cuando surgen propuestas que van a atender el fondo real. Cómo hacer un nuevo pénsum de estudio, o volver a dar clases de moral y luces o de música. Y ofrecer materias de orientación, por ejemplo, los valores patrios. A la gente se le olvida el himno nacional. Se ha perdido a tal punto ese sentimiento que, por un problema de lucha política, volteas la bandera al revés o la tiñes de negro. Cuando alguien se atreve a hacer eso, es porque le da lo mismo estar en Venezuela o en otro país.

Ahora, es cierto que el problema de la seguridad ha obligado a algunos a migrar, incluso en contra de su voluntad. Eso no significa que no quieran estar en el país.

Esto ocurre por las campañas que se hacen a través de los medios de comunicación y de publicidad, en las que los venezolanos ven en otros países la solución al problema que están viviendo. No solo inseguridad, puede ser de alimentación o de educación. ¿Cómo te puedes ir para España si allá no tienes dónde vivir?, o ¿cómo te vas a ir para Estados Unidos para vivir en una carpa o un carro?

Diputado, usted lo está poniendo en los casos más extremos.

La mayoría de los que están en el exterior no tienen una mejor calidad de vida.¿Por qué?

Porque no puede ejercer lo que saben, no viven en las mismas condiciones de su patria y porque en su mayoría van a hacer trabajos que no están vinculados a su profesión.

Su nombre ha sido relacionado con una empresa de eventos, de alquiler de tarimas

¿Yo? No. Será porque soy el responsable de movilización en las campañas. Pero déjame anotarlo aquí para investigar…

¿Cómo lo afectó la muerte de Chávez?

Mucho. Era un ser muy querido. Era el líder, el orientador, el que te tendía la mano y te veía con severidad en algunos momentos. La última vez que lo vi fue en el pie de la escalera antes de subirse en el avión que lo llevaría a Cuba.

Hay unas declaraciones suyas del 2 de marzo de 2013, días antes de su muerte, en las que afirmaba: “Está en proceso de recuperación y pronto lo tendremos aquí”.

Porque nosotros recibíamos información de los que estaban allá. Teníamos la esperanza de que iba a superar sus males.

¿Ha habido un cambio en la Asamblea con Chávez y con Maduro?

En la primera Asamblea –después del proceso constituyente– teníamos mayoría de votos y esa fue la época del golpe de Estado. La segunda Asamblea (2005-2010) fue sin la presencia de los sectores oposicionistas que no participaron en el proceso electoral. Esta asamblea, la actual, es igual de Chávez. Lo que sí es cierto es que los 14 años del comandante Chávez fueron de eterno conflicto. Nunca lo dejaron en paz, nunca lo dejaron gobernar con tranquilidad.

¿Cuáles son las prioridades en legislación para este año?

Aún no lo hemos discutido. No se ha hablado mucho de eso.

DC/ Últimas Noticias 

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