
El servicio de emergencias de Defensa Civil en Gaza reportó que, hasta este miércoles, 17 edificios han colapsado por completo debido a las intensas lluvias. Además, más de 90 estructuras han sufrido derrumbes parciales, lo que representa un riesgo para la población.
Mahmud Basal, portavoz de Defensa Civil, indicó que los desastres han afectado a miles de ciudadanos. Las tiendas de campaña de las personas desplazadas también se han inundado o dañado, lo que ha provocado la pérdida de ropa, colchones y mantas, intensificando la crisis humanitaria existente.
Desde el inicio de la tormenta Byron el pasado miércoles, Defensa Civil ha recibido más de 5.000 llamados de emergencia. Este fenómeno climático trajo consigo periodos de bajas temperaturas y lluvias intermitentes que han complicado aún más la situación.
Amnistía Internacional denunció este miércoles que Israel ha restringido el acceso a recursos esenciales para afrontar la crisis y reparar las estructuras dañadas. La organización alegó que estas restricciones son parte de una política más amplia que afecta a quienes requieren refugios y reparaciones.
Adicionalmente, el informe señala que el 81% de las estructuras en Gaza han sido destruidas por los bombardeos israelíes durante la ofensiva, y el 58% de la Franja permanece bajo dominio militar, limitando el acceso a la población y confinando a muchas personas en campamentos con condiciones precarias.
La devastación provocada por las lluvias se ha visto afectada por las restricciones impuestas por Israel para la entrada de suministros necesarios. Un testimonio desgarrador es el de Shadi Hannouna, quien perdió a sus dos hermanos cuando una vivienda en ruinas colapsó sobre su tienda de campaña, lamentando la pérdida y la desesperanza por el futuro.
Hasta ahora, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha confirmado 11 muertes relacionadas con las lluvias y las bajas temperaturas. De estos, diez personas perdieron la vida por derrumbes, y un bebé de dos semanas falleció por hipotermia.
DCN/Agencias