Cuba: cada vez menos petróleo gratis para salir de la crisis

Uno tras otro se suceden los anuncios de aumentos de precios en Cuba, en el marco del mayor ajuste macroeconómico en décadas. Al incremento del precio de los combustibles que se aplicará en febrero, y que en algunos tipos de gasolina para minoristas supera el 500 por ciento, se sumó el de los pasajes de buses interprovinciales, trenes y vuelos, a partir del 1 de marzo.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, explicó en X (antiguamente Twitter) que se busca «corregir distorsiones y romper el cerco económico que pretende nuestra asfixia». Pero los expertos consultados por DW lo ven con escepticismo.

El economista cubano Ricardo Torres, investigador invitado en la American University, en Washington, se pregunta si todo esto redundará en algo clave, que es superar la escasez de combustibles en Cuba. «Si hubiera más disponibilidad de combustible, por lo menos algo se ganaría. Pero si no, no queda muy claro cuál es el beneficio», plantea a DW, acotando: «A mi juicio, la esencia del problema no es tanto que se haga un ajuste en ese sentido, sino que Cuba no tiene capacidad productiva ni capacidad de exportación para poder generar las divisas que requiere».

México, Venezuela y Rusia: proveedores de petróleo

Y esas divisas se vuelven cada vez más necesarias para asegurar el abastecimiento de energía en la isla. Jorge Piñón, investigador del Instituto de Energía de la Universidad de Texas, indica que «Cuba hoy consume 125.000 barriles diarios de petróleo». Antes de la crisis de Venezuela, eran unos 140.000, según el académico, especialista en el tema.

Piñón desglosa así el origen del petróleo que se utiliza en la isla: «Tienen una producción propia de unos 40 mil barriles diarios de petróleo. Después vienen entre 55 y 57 mil barriles diarios que reciben de Venezuela, ese es el promedio que hemos visto en los últimos tres años». A dichas cantidades se suma «el salvavidas que México le ha dado a Cuba. Ellos han suministrado, por los últimos 9 a 12 meses, alrededor de 20 mil barriles diarios de petróleo crudo. Y todavía, en este nuevo año, continúa el suministro de petróleo a Cuba», agrega.

El especialista hace notar que Cuba «recibe este petróleo gratis». En el caso de Venezuela, se realiza una especie de trueque. «Cuba le entrega a Venezuela ciertos servicios, particularmente de médicos, enfermeras, entrenadores de deporte, maestros, etc. Así que no hay flujo de caja», explica Piñón.

Por su parte, el economista cubano Pavel Vidal, profesor de la Universidad Javeriana de Cali, en Colombia, indica a DW que «eso funcionó bastante bien hasta que empezó la crisis en Venezuela. Cuba, en algún momento, compensó la crisis venezolana con la apertura de la administración Obama, hubo un incremento del turismo, pero después, con la administración Trump, vinieron de nuevo las sanciones, que se han mantenido».+6

En cuanto a México, a donde Cuba ha mandado también algunos médicos, no está tan claro el trasfondo. «Ha habido controversia en los medios públicos, a partir de unas declaraciones que hizo la canciller mexicana, Alicia Bárcenas, en su momento. Dijo que las entregas que había hecho México habían sido a través de la agencia de desarrollo mexicano. Por lo tanto, Cuba no habría pagado por eso. Pero dijo también que eso debería cambiar, porque México tiene un déficit fiscal importante, los precios del petróleo han aumentado», señala Ricardo Torres.

También Rusia podría tener un papel en el abastecimiento petrolero de la isla caribeña. A mediados de 2023 se habló de un acuerdo, en virtud del cual, Rusia suministraría «el equivalente a unos 32 mil barriles diarios de petróleo por año. Pero los sitios especializados dicen que no pueden confirmar que Rusia haya entregado petróleo a Cuba en 2023. Sí lo hizo el 2022», precisa el académico de la American University.

De todas formas, el resto del combustible que Cuba consume tiene que adquirirlo en el mercado internacional, pagando con divisas, al igual que el diésel y el gas.

Sin alivio a la vista

El problema es que La Habana no cuenta con esas divisas. El panorama para este 2024 no augura alivio en cuanto a las estrecheces de combustible, dado que no se prevé un aumento de la producción cubana, ni se vislumbra que las medidas anunciadas cambien la situación de fondo.

Pavel Vidal considera que son «medidas de ajuste fiscal», necesarias, aunque insuficientes. Sus reparos apuntan principalmente a que «el Gobierno está intentando reducir el déficit fiscal, hasta el momento, solo a partir de estos ajustes de precios». No ve, en cambio, una «intención de transformar el sector empresarial estatal, que también es una fuente importante de desequilibrio en la economía».

Torres habla del paso a un modelo en el cual no se subvencionen más los productos, sino a las personas más vulnerables. «El Gobierno lo que está diciendo, básicamente, es: ya no nos vamos a hacer cargo de ustedes en general, sino que vamos a identificar a aquellos que realmente necesitan ayuda. Y ese no es el modelo cubano de los últimos 60 años», dice.

«El modelo ha cambiado sin duda en los últimos 30 años, pero el modelo general, el ‘modelo Fidel’ si se quiere, era ‘yo, el Estado, me quedo con todo, pero yo les voy a dar todo’. Ahora, lo que está diciendo [el Gobierno] es: ‘yo me quiero quedar con casi todo, pero les voy a dar mucho menos. Y ustedes van a tener que arreglarse la vida'». Pero eso, sin dar al ciudadano la libertad para generar ingresos como crea conveniente, resume este economista cubano: «No me parece justo. Me parece incluso peor que el modelo anterior».

Con información de DW – US LATM

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