Guardia Nacional de Texas afirma que asegurar la frontera es una pérdida de tiempo y recursos

El despliegue de miles de soldados en la frontera entre Estados Unidos y México impulsado por el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha sido objeto de críticas por legisladores demócratas, e incluso, por integrantes de la Guardia Nacional, catalogando este movimiento como abiertamente político y un desperdicio de recursos del estado.

En marzo de 2021, el gobernador, que está postulado para la reelección, emprendió la “Operación Lone Star”, que fue creada bajo la premisa de que existía una crisis en la frontera sur de los Estados Unidos, cuyo procedimiento se apoya en los recursos del Departamento de Seguridad Pública de Texas y la Guardia Nacional de Texas y generó el incremento a más de 10,000 miembros del servicio.

Parte de la crítica a la operación se basa en que por la velocidad con la que se impulsó, fue creando frustraciones internas entre los veteranos de la Guardia, y describieron que sus integrantes fueron sometidos a largas horas de trabajo con poca actividad por hacer, así como mala planificación y falta de misión, y ha traído como consecuencia un bajón moral entre los soldados.

“Como militar, la gente conoce el término ‘apúrate y espera’. Este es solo el mayor ‘apúrate y espera’ del que formé parte, y realmente no hay algo establecido; ‘hey, estamos haciendo esto’, o ‘hey, sal y haz esto’. Es únicamente que estamos sentados sin hacer nada”, se quejó un soldado que no fue identificado en declaraciones a CNN.

Para 2021, algunos gobernantes republicanos enviaron agentes estatales a la frontera como muestra de lealtad al expresidente, Donald Trump, además de elevar una crítica a la Administración Biden.

En el caso de Texas, Abbott ha sido uno de los principales gobernadores críticos al actual gobierno, y ha atribuido el incremento de inmigrantes en la frontera a las políticas de migración de Biden, a pesar de que en el mandato de Trump también hubo picos altos.

Texas tuvo que enfrentarse a una oleada de migrantes, en su mayoría haitianos, en septiembre del año pasado, que esperaban ser procesados debajo de un puente y necesitaban muchos recursos, lo que ha marcado un punto de inflexión para los arrestos fronterizos, que se han mantenido altos a partir de esa ola migratoria.

En el sector de Del Río, la Patrulla Fronteriza completó más de 33,000 detenciones de migrantes en diciembre de 2021, cifra que supera la de 2020 según los últimos datos disponibles, pues para diciembre de ese año se detuvieron a poco menos de 9,200 personas, y en 2019, año previo a la pandemia, la cifra fue apenas de 3,000.

Generalmente, la Guardia Nacional cumple la función de apoyar y notificar a la Patrulla Fronteriza si se han encontrado con migrantes para que los agentes terminen buscándolos.

“Hay muchachos parados en nuestros puntos sin hacer nada, por lo que realmente no ven una misión. Solo ven esto como si solo nos usaran como peones políticos para un año electoral”, subrayó el soldado entrevistado.

Añadió que ha visto a muchos soldados derrumbarse y tener un cambio drástico de actitud, y lo atribuye a un bajón de moral y una salud mental decaída.

Otras de las quejas más comunes han sido los espacios reducidos que han generados contagios de COVID-19 entre soldados, falta de equipamiento adecuado y cheques de pagos retrasados.

De acuerdo con un audio recibido por CNN, uno de los problemas en la “Operación Lone Star” radicaba en que los soldados tenían que intercambiar equipos para cada persona, aparte de no tener herramientas suficientes y presentar malas condiciones de vida.

Este tipo de quejas ha hecho que grupos civiles de Texas presentaran una denuncia federal de discriminación ante el Departamento de Justicia en diciembre con relación a la operación, a la cual calificaron de ilegal, xenófoba y racista.

 

 

 

Fuente: El Diario NY

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