Capriles y Maduro vs. Guaidó. Por Marlon S Jiménez García 

Enrique Capriles iex candidato presidencial de la Unidad democrática, está sufriendo un trauma terrible y éste lo está llevando, de manera inconmensurable, a un “delirio tremens” que lo lleva a un “amor furtivo(se relaciona con todas aquellas situaciones que el individuo realiza de forma clandestina o escondida y porque se quiere mantener en secreto todas sus acciones o porque estas van en contra de la Ley, buenas costumbres o moral, por ejemplo; encuentros entre amantes)” con su verdugo, su socio el MADURO y unirse a él para combatir de manera inmerecida al Ing. Juan Guaidó. Para él, Guaidó es culpable su trauma; él y Maduro no esperaban que éste se iba a convertir en el epicentro del terremoto causado a su aspiración presidencial, que venía “tramando” con sus más allegados, los mismísimos comunistas que hoy, para desgracia del país, están en el poder, en Miraflores y en las esferas comunistas de la Unión Europea y del subcontinente.

A todas luces, él con su “amor furtivo” pretende con ello “recuperar” un liderazgo que le está costando lograr por la presencia de Guaidó y de la AN del 2015. Pactó con su amor furtivo Maduro, un nuevo CNE y una serie de cuestiones preliminares que iban a permitir “condiciones electorales” y unas elecciones creíbles; éstas últimas(condiciones), no se han formalizado ni se van a formalizar, porque constituyen la esencia de la permanencia de los procubanos en el poder.    

Ese pacto de Capriles con el régimen comunista, no es igual a los que hicieron los de la llamada “mesita”; tampoco es similar al de Falcón y Bertucci; estos son pactos de dinero (dólares, euros, oro o lo que sea, siempre y cuando sean convertibles y legales???) y de contratos multimillonarios vg  “el evangélico” con” valuaciones extrasensoriales”. En lo que, si hay coincidencia en los tres, es que ninguno de ellos aporta VOTOS; pero son útiles para los intereses de los cubanos.

¿Por qué Capriles y su amor furtivo con MADURO? La respuesta es sencilla, busca PROTAGONISMO POLÍTICO EN LA OPOSICIÓN. El Maduro y él coinciden en culpar al Ing. Juan Guaidó de la pérdida de los activos de CITGO (ya estaba perdida, Chávez la perdió por deudas no pagadas) y MONOMEROS. Capriles no ataca a Maduro, éste no es culpable del CAOS y de la corrupción generalizada que ocurre en nuestro país; y para demostrar su amor defiende a ALEX SAAB y considera un atropello de EEUU y de Guaidó, contra esa eminencia que, es embajador plenipotenciario de Venezuela en el mundo. Todos sabemos que gracias a Guaidó se logró negociar la deuda de CITGO, y se salvó. Monómeros fue administrada por el G4 y tiene problemas graves en su funcionamiento; se cometieron muchos errores y todos los que se aprovecharon de esa apertura, son “culpables”; me refiero a Guaidó, a Julio Borges, a Ramos Allup, Manuel Rosales y otros allegados cercanos; lo de MONOMEROS es una “nimiedad”; es una excusa de los “enamorados” y sus “curruñas” de PJ, otros escorpiones y el PSUV.  

Sin embargo, EE. UU y los países que apoyan el interinato han manifestado que Guaidó no tiene nada que ver con la corrupción que Capriles y Borges, fundamentalmente, han denunciado. Es evidente el odio que Capriles le tiene a Guaidó; éste se antepone a sus intereses, mientras que él, al mejor estilo del “PRINCIPE”, prefiere pactar la permanencia de su amor Maduro “por tres años más” (vamos a ver si puede) que permitir que Guaidó tenga opciones para pelear la candidatura presidencial, ante la opción cierta que el Maduro pueda dejar el poder antes.

Todos sabemos que Capriles por su propia inercia con “piquete al revés” se alejó del escenario político después que se dejó “robar” las elecciones el 13 de abril de 2013. Él ganó las elecciones; recordamos como ese día el comando de campaña del engendro, a las 5 de la tarde comenzó en todo el país a recoger sus aperos y todas las noticias en el globo terráqueo dieron ganador a Capriles. Ese protagonismo político anhelado, es a destiempo y además es visceralmente contrario a los deseos de los venezolanos, que estamos sufriendo el martirio que significa el hambre, la miseria y la muerte que, es lo que estamos recibiendo del Maduro en el poder. 

Capriles decepciona, “aparenta” ser demócrata, amante de las libertades ciudadanas y defensor de la pluralidad política y pacta de manera rimbombante con el dictador procubano que le estranguló las vísceras con el terror. Y no solamente es eso, sino que ahora es amigo de todo el “malandraje comunistoide y de terroristas del mundo”: Turquía, Siria, Irán, China, de los corruptos de PODEMOS en España y se asesora con Correa y con Evo para buscar estrategias para destruir la unidad (y lo logró) en Venezuela. He decidido, por una reflexión profunda realizada en mis interioridades internas de mi conciencia, RENUNCIAR en mis ideas y en mi verbo a la palabra UNIDAD (es la palabra más usada en mis artículos en los últimos 10 años) de aquí en adelante voy a AUPAR que cada partido cultive sus propias intenciones de luchar por el poder de Venezuela y construya su programa para transformar nuestro país en Democracia.  

Es lamentable decirlo, pero, Tu, Capriles (te lo ganaste) eres un estorbo; dedica tu tiempo a construir tu familia y déjanos a nosotros construir una nueva Venezuela para todos; que sea la cédula de identidad de cada uno de nosotros el balance legítimo de nuestra autenticidad ciudadana. Sobre las elecciones de “jarrones chinos” que alimentas conjuntamente con el régimen, debo decirte que, en el caso del Estado Zulia, los verdaderos opositores, a esos que nos interesa solucionar los problemas que sufre nuestro pueblo, no nos queda otra opción que salir a VOTAR por la UNIDAD, por ese compromiso intangible que hemos hecho, en atención a nuestra conciencia y para salvaguardar nuestra honra por aquellos que de manera sincera y responsable están en la lucha política. Estamos convencidos que muchos de esos candidatos, están más por sus intereses individuales, que por los intereses colectivos. Aun perdiendo, ganan.

La lucha continúa, debemos rescatar la coherencia de acción en una nueva realidad (sin lambucios), que no prive únicamente el aspecto electoral, sino que se ponga a disposición del pueblo propuestas ineludibles de solución a los ingentes problemas que padece e incorporar, pero de verdad no de manera retórica, a otros factores distintos de los partidos políticos. Estoy convencido de la necesidad de cambio que reclama el país; para ello, es necesario desechar a los enemigos de ese cambio. 

 

Marlon S Jiménez García

Marlons.jimenez55@gmail.com

@marjimgar

 


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