Anuncio de inversiones privadas aviva choque entre izquierda crítica y Maduro

Durante el año pasado, el Gobierno mantuvo una confrontación con el sector del chavismo que rechaza sus acciones en materia económica por considerarlas un marcado viraje a la derecha, de corte “neoliberal”, o al menos una traición a los preceptos de la revolución. Ha sido un choque que el madurismo ha intentado invisibilizar, sobre todo durante la pasada campaña electoral legislativa y, sin embargo, en los últimos días parece haberse reavivado.

Desde 2018 el gobierno de Nicolás Maduro comenzó, poco a poco y sin aspaviento, a dar un vuelco, eliminando los controles de mercado y mostrándose más abierto a pactar con el sector privado. Las medidas incluyeron liberación de aranceles para que las empresas pudieran traer bienes importados, flexibilización de los controles de precios y en el uso de divisas, un giro de 180 grados que dejó atrás la época en la que el enemigo era el “dólar criminal”.

Para 2021 el Ejecutivo promete una actitud más contundente en la aplicación de su nuevo paquete económico y de paso, menos contemplación hacia los voceros de la izquierda que lo han atacado.

Al menos esto se desprende del mensaje anual a la nación ante la recién electa Asamblea Nacional (AN), pronunciado por Maduro el pasado 12 de enero. En esa oportunidad, se refirió al menos siete veces a la “izquierda trasnochada”, dirigiéndose veladamente al Partido Comunista de Venezuela (PCV) y otros sectores, incluyendo exfuncionarios chavistas que le han cuestionado por “apartarse del socialismo”.

El mandatario sentenció que esa izquierda “divisionista” estaba “derrotada” e incluso, la equiparó con la “derecha” vinculada al presidente saliente de EE.UU., Donald Trump. “Se la pasan hablando y hablando y hablando y no saben lo que es trabajar, no tienen ni un callo en las manos”, dijo el jefe de Estado.

A la par, en su discurso Maduro destacó que recientemente se ha logrado “un cambio esencial en la relación de los sectores privados con el Estado y de ambos con la economía”. En este cambio, que promete acrecentarse este año, jugará un papel importante la Ley Antibloqueo, aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en octubre del 2020, y que en su momento fue cuestionada por permitir privatización de empresas y firmas de convenios en condiciones de confidencialidad.

“La inmensa cantidad de manifestaciones de interés, de contratos firmados que estamos recibiendo, junto a inversionistas extranjeros y nacionales para impulsar nuevas inversiones en distintas áreas priorizadas: producción petrolera y petroquímica, producción mineral, industrias básicas, producción agrícola, turismo, sector farmacéutico, entre otras, demuestra que estuvimos en lo cierto cuando propusimos al país esta ley estratégica para enfrentar y superar el bloqueo”, reveló el mandatario durante su mensaje ante el parlamento.

Los cambios que se requieren

El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, se pronunció en torno a la promesa -reiterada año tras año por el presidente Nicolás Maduro-, del gran despegue de la economía. “El problema de Venezuela es muy grave y lamentablemente, ninguna de las condiciones están presentes (para un despegue de la economía). Lo que tenemos es un Gobierno enfocado, obsesionado en resistir, en mantener el poder a toda costa y esto lo ha llevado en algunas etapas, a ciertas dosis de pragmatismo en el tema económico, que puede introducir algunas reformas dentro del área de la economía, pero están lejos de ser, obviamente los cambios profundos que este país requiere para salir adelante”.

En forma callada, el Gobierno ha ido adelantando en los últimos meses acuerdos o actos de privatización. Lácteos Los Andes, que había sido expropiada por el chavismo en 2008, estableció un acuerdo de producción con un grupo empresarial iraní a finales de 2020, según fuentes extraoficiales. También se conoció que en el caso del central azucarero Industria Santa Elena, ubicado en el estado Portuguesa, el Ejecutivo llegó a un acuerdo con un agroindustrial nacional para intentar elevar la producción. Agroisleña, una empresa agrícola nacionalizada por Hugo Chávez en 2010 con el nombre de Agropatria, fue vendida en 2020 a una empresa privada llamada Grupo Agrollano 2019, mientras el Abasto Bicentenario ubicado en Terrazas del Ávila, en Caracas, ahora llamado Megasis, también pasó a manos iraníes.

“La Ley Antibloqueo es, como hemos dicho, la respuesta estratégica del Estado a la agresión económica imperial y un instrumento constitucional de primer nivel que debe ser desarrollado y amplificado en toda su potencialidad por esta nueva Asamblea Nacional que se ha instalado”, indicó Maduro el 12 de enero.

Negocios oscuros

A Rodrigo Cabezas, exministro de Finanzas de la administración de Hugo Chávez, quien ha sido uno de los críticos a la gestión de Maduro, le tienen sin cuidado los calificativos del mandatario y aseguró que desde el sector que representa “no hay trasnocho alguno”. “Maduro no es de izquierda. Él representa una élite autocrática dominante que asaltó el Estado para enriquecerse. Desde una posición de izquierda y socialista yo digo que no hay trasnocho alguno para este movimiento político. Lo que sí han hecho en estos siete años no expresa la izquierda ni al ideal socialista. Este régimen no es neoliberal, pero están gobernando contra la opinión de 80% de la población que le pide un desenlace democrático”.

Según Cabezas, Maduro utiliza la Ley Antibloqueo para intentar vender el negocio petrolero venezolano y fomentar las privatizaciones. Advierte que ventilar la idea de un “crecimiento económico” constituyen una aseveración falsa. A juicio del economista, la norma está hecha para dar luz verde a “negocios oscuros que le puede resolver la vida a uno que otro burócrata corrupto del Gobierno”.

“Quiero resaltar (…) el entorno jurídico de estabilidad, este nuevo ambiente de ganar-ganar, de alianzas productivas entre sector público y sector privado, sector nacional e internacional, que ha surgido con la Ley Antibloqueo (…) y que ha potenciado no solamente la inversión en Venezuela, sino el reimpulso de nuestro comercio exterior y de nuestras exportaciones.

A los demagogos hay que enfrentarlos de frente. Yo llamo aquí a los líderes obreros y sindicales presentes que están vinculados de verdad a la clase obrera (…) Denuncien a los que nunca han trabajado, a los demagogos, vengan de la izquierda trasnochada divisionista y derrotada o vengan de la derecha trumpista o de donde vengan, y pongamos el esfuerzo por recuperar de verdad el salario directo del trabajador, que hemos protegido a través de los ingresos generales de manera sufrida y heroica, sin lugar a duda”.

Maduro y su mensaje anual ante la AN

“El corazón de la propuesta que intentan vender es el negocio petrolero, así como la enajenación o privatización de algunas empresas públicas que intentan hoy vender; pero su naturaleza jurídica y política no lo va permitir (…) Lo que buscan hacer con la Ley Antibloqueo no resolverá los desequilibrios económicos humanitarios que tenemos, tampoco los problemas derivados de las sanciones; por tanto, el planteamiento de que se va a lograr el crecimiento económico no es cierto”.

Asegura que lo que se observa desde el punto de vista político es la naturaleza “arbitraria, autocrática y totalitaria del régimen de Maduro”, al utilizar una ley, cuya apro, significó la violación de 15 artículos de la Constitución. “Con ello se está profundizando la ilegalidad del Gobierno e incluso el aislamiento”.

El también profesor de la Universidad del Zulia destaca que el fomento de la confianza para invertir recursos en el país resulta imposible porque no hay acceso a los organismos multilaterales y la nación requiere una cantidad de aportes externos que por los momentos es técnicamente imposible de lograr con esa norma.

“Requerimos flujos que nos permitan tener reservas internacionales no inferiores a 40 mil millones de dólares. Ese nivel permitiría detener la hiperinflación y tratar de sostener un nivel de importaciones”.

Orientación liberal burguesa

Durante su discurso ante el parlamento, Maduro pidió a los líderes obreros y sindicales denunciar “a los que nunca han trabajado, a los demagogos” de la izquierda trasnochada.

Para Pedro Eusse, miembro del PCV, queda claro que el gobierno de Maduro ha adoptado una “orientación liberal burguesa” en su política económica.

“A partir de la aplicación del programa de recuperación, crecimiento y prosperidad económica en 2018, se desmontaron todos los controles (control de cambio, de precios, control sobre las ganancias), se ha propiciado una situación general para privilegiar las inversiones extranjeras, para favorecer las importaciones en desmedro de la producción nacional. Se ha promovido la dolarización de facto y todo eso va en contravía del proceso progresista bolivariano iniciado por el presidente Chávez, que estaba orientado a favorecer los sectores del pueblo trabajador frente a los intereses del gran capital”.

Explica que la actual administración dice querer enfrentar el bloqueo imperialista, pero en realidad está tomándolo como justificación para imponer el dominio absoluto de la “burguesía parasitaria y especuladora”.
“Así está estableciendo la tiranía del mercado contra el pueblo trabajador, que es la víctima de la crisis capitalista y de las agresiones imperialistas.

Todo eso va acompañado de un conjunto de medidas que han provocado que se destruyan el salario y las prestaciones sociales. Las convenciones colectivas prácticamente han desaparecido y todo eso crea una situación de indefensión general de la clase trabajadora venezolana”.

Eusse acota que el equipo de Gobierno dice continuar el legado del presidente Chávez “pero en la práctica ha venido desmontando importantes conquistas económicas, sociales y hasta políticas alcanzadas por el pueblo trabajador venezolano en el período” del fallecido mandatario.
Insiste en que Maduro debe cambiar su orientación en política económica y laboral, de “manera absoluta” y actuar “a favor de los intereses de la clase obrera y del pueblo”.

Acuerdo político

Para el analista político Jesús Mazzei, el problema de los anuncios presidenciales debe evaluarse más allá de las posiciones de derecha o de izquierda.

“Hoy la economía venezolana no es la misma que hace 23 años, está desajustada y destruida. Hay que buscar una solución intermedia, donde tanto el mercado como el Estado se complementen y trabajen en sinergia”.
A juicio de Mazzei, se debe fortalecer al sector privado y estatal exportador no tradicional, para lograr una complementación de los ingresos y ampliar la base productiva de la economía.

“Estimo, por ello, que antes que nada debe llegarse a un acuerdo político previo, amplio y diverso, porque el problema de las reformas y ajuste económico es, fundamentalmente, político”, indicó.

El Tiempo

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