¿Invasión o conquista? Por Albert Geovo (@aegeovo)

En relación a este tema, es importante recordar el descubrimiento de América; la Invasión Mora, por más de novecientos años, hasta el s.XV en el Sur de España; la reincidente oleada de naciones árabes y africanas que entran por las Costas de toda Occidente, producto del desastre filosófico en sus países de orígenes.

De manera análoga, hay que conmemorar también, los millones de prisioneros  del bloque comunista, que tuvieron que sortear la cortina de hierro para huir del hambre, la miseria, esclavitud a la que fueron y son sometidas las naciones de la ideología política marxista de todos esos gobiernos.

Así mismo, también se va honrar el reciente éxodo venezolano que no lleva más de dos décadas por la acelerada destrucción nacional a causa del deplorable sistema ideológico político socialista al que es sometida la novel nación, en contraste; hay que mencionar los años que la nación venezolana recibió poblaciones de todos los pueblos devastados primeramente por las principales guerras del siglo XX y luego por éxodo generado a raíz del comunismo y con ellas, el recibimiento del componente ideológico de la deprimida URSS, incluso antes de la Segunda Guerra Mundial.

Es por ello, que se pretende tocar un tema diligente, el cual es la invasión y conquista de las doctrinas colectivista, estatista, sobre los principios y valores de la libertad judeo cristiana en Occidente.

De manera que, dominan más por la doctrina,  que por las armas; esto lo saben los jerarcas de los regímenes totalitarios y tiranías del mundo, es por ello, la bufona alteración de las ideas universales, por la doctrina de derechos subvencionados, vía tributaria,   como sistema auxiliar de dominación, con el uso de todos los medios de difusión masiva y el concurso de la instrucción pública o privada, supeditada por el régimen, para así, implantar un modelo ideológico de corte central y totalitario, desafiando todo orden natural preestablecido por Dios.

En ese sentido, Hispano América y toda la Iberia, Occidente en sí,  ha tenido que sufrir desde el inicio del comunismo a principios del siglo XX, estar sitiada por las pretensiones del comunismo internacional y su hoy variante globalista, introduciendo ideas gatopardista que parecieran nobles, pero que traen la ruina, como por ejemplo, el cambio climático, igualdad de género, aborto, eutanasia, ateísmo, agnosticismo,  new age, madre tierra,  las cuales han permeado las bases de la civilización cristiana.

Por ejemplo, el caso de Hispanoamérica, ha tenido que soportar, como si se tratase de un pacto entre las principales potencias, luego del triunfo de la Gran Guerra en 1945, el establecimiento de grupos subversivos, guerrilleros y regímenes despiadados como el caso de las guerrillas en Colombia, Perú, Bolivia, Venezuela y la misma Cuba de manera infame y ciega con mutis total por parte de la civilización de Occidente ante las humillantes penitencias a las que son sometidas las naciones, por otra parte estos grupos, hoy muchos son gobierno en las poblaciones de Hispanoamérica.

En efecto, resulta irónico que estas naciones latinoamericanas,  a pesar, de no participar en la Segunda Guerra Mundial de manera frontal, tuvieron que permitir ser parte del reparto plutocrático de las potencias vencedoras de manera democrática en el mejor de los casos o violenta en casos más tortuosos, como los acaecidos en muchas naciones árabes y africanas.

Teniendo en cuenta que, es injusto e innoble por parte de las potencias vencedoras tener que soportar las naciones hispanas y las del mundo entero, las vendettas entre las potencias vencedoras, ya que, desde la década de los veinte del pasado siglo, las naciones fueron sometidas al reparto de lotes o cuotas de participación, es decir, zonas de influencia político e ideológica que se canalizó principalmente, a través,  de instrucción pública de doctrina dialéctica marxista,  hacia los pueblos que irónicamente, no tuvieron nada que ver con las problemáticas que antecedieron las dos grandes guerras del siglo XX.

De tal forma, se pretende iluminar el cómo las ideologías dialécticas, marxistas, socialistas, comunistas, viene destruyendo los principios y valores del cristianismo como garantes del orden natural, en todo el mundo.

Así pues, durante años se ha sermoneado de forma impetuosa por parte de la izquierda internacional, las Bases Militares Americanas en Hispanoamérica y en todo Occidente, pero nada se ha dicho contra los múltiples ejércitos, organizaciones  terroristas, grupos beligerantes, guerrillas organizadas,  dentro de los distintos países hispanoamericanos, en todo Occidente y el resto del mundo por la que han sido sometidas las naciones.

En el mismo tenor, se ha hecho una campaña propagandística contra los regímenes militares de derechas que han habido en Latinoamérica y el mundo y con razón, pero nada o muy poco se ha informado sobre los sistemas socialistas que han fraguado las naciones de hambre, miseria con condiciones infrahumanas convirtiéndolas en auténticos holocaustos, las naciones como si se tratasen de guetos, lager e interlager en el mundo.

Para concluir, es importante resaltar, como se ha venido explicando en ensayos anteriores, que esa invasión ideológica, viene acompañada de las doctrinas ateístas o agnósticas por un lado; mientras por otro, de sus polaridades esotéricas en todas sus corrientes espiritualistas, muy bien difundidas desde el siglo XVIII, e incluso antes, con un innegable tributo a la personalidad del líder mesiánico, que infiltran en las diferentes escuelas, movimientos, grupos y sectas político-filosóficas contrarias al orden natural.

 

Albert Geovo / @aegeovo 

 

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