El Barcelona cayó derrotado ante el Cádiz

El Barcelona cayó derrotado 2-1 frente al Cádiz en un partido en el que los de Ronald Koeman no tuvieron la contundencia de los últimos encuentros. Los azulgranas se complican la vida con tanto pinchazo, ya que tras este choque se encuentra fuera de puestos europeos y a 12 puntos del liderato de la Liga Santander.

Los azulgranas salían al césped del Ramón de Carranza con la obligación de ganar después de conocer las victorias de Real Madrid, ante el Sevilla, y del Atlético, frente al Valladolid. Para ello Ronald Koeman optó por su once tipo, aunque con la variación de Pedri, que era suplente. Ter Stegen estaba en la portería y por delante una línea de cuatro defensas formada por Dest, Lenglet, Mingueza y Jordi Alba. Frenkie de Jong y Busquets estaban en el doble pivote y por delante: Messi, Griezmann, Coutinho y Braithwaite.

No comenzó bien la noche para el Barcelona porque a los 10 minutos de partido ya perdían 1-0. Salieron controlando el partido, pero la posesión no da victorias, y en el primer córner que tuvieron los gaditanos, gol. Mingueza, que se quejó por una falta previa, acabó rematando hacia su portería y Ter Stegen obró el milagro deteniendo el cabezazo de su compañero, pero con el balón sobre la línea apareció Álvaro Giménez para empujar el cuero al fondo de la red y desatar la locura entre sus compañeros. Cómo hubiera rugido un estadio tan mítico como el Ramón de Carranza y con una afición espectacular como la del Cádiz…

Tras sacar de centro todo siguió igual. El Barcelona tenía el balón y jugaba en el campo del Cádiz donde los once futbolistas locales trataban de cerrar todos los espacios. Esa posesión se comenzaron a traducir en ocasiones, como en un centro de Sergiño Dest que se paseó por delante de la portería y Coutinho, que llegó forzado, mandó a las nubes. Instantes después, pase en profundidad de Messi a Braithwaite, que en el mano a mano se topó con un Ledesma que sacó un pie fenomenal para negarle el gol al delantero danés.

Perdía el Barcelona y Messi no se venía abajo como en otros partidos en los que los azulgranas caían. El rosarino comenzó, incluso, a dejarse ver más en la búsqueda del gol del empate mientras su amigo Neymar le espera en París la próxima temporada. El ’10’ disfrutó de una de esas faltas que tanto le gustan en la frontal del área, pero Ledesma fue capaz de repeler su disparo ante tanto barullo de gente. El guardameta del Cádiz volvió a aparecer para meter una buena mano en un intento que hizo Leo de marcar un gol olímpico.

Mucho toque, poco gol

Leo Messi se estaba asociando más y mejor con Sergiño Dest que con su colega habitual Jordi Alba. Fue el lateral izquierdo el que tuvo la última ocasión del primer acto con un disparo cruzado, con toda la plantilla del Cádiz delante, que se marchó muy desviado. Minutos antes, Ronald Koeman, abatido en el banquillo del Carranza, ponía a calentar a Dembélé y a Pedri y ambos ingresaron en el terreno de juego en el descanso para ocupar los puestos de Coutinho y Mingueza, que cedía su puesto en el central a Frenkie de Jong.

El equipo de Álvaro Cervera salió con más valentía en la segunda parte, pero sin descuidar la parcela defensiva. Alberto Perea lideraba al Cádiz y era capaz de causarle estragos a la defensa azulgrana, que no sabían cómo parar al albaceteño. En el bando visitante Pedri le metía un poco más de velocidad al juego culé, que se centraba en insistir por la banda izquierda con Ousmane Dembélé y con Jordi Alba tratando de doblarle, pero los de Ronald Koeman seguían estrellándose con la muralla amarilla.

El riesgo de tener tantos jugadores dentro del área es que cualquier roce puede meterte en un lío y así fue. Buena jugada de Leo Messi y Jordi Alba que acaba chutando a puerta con la fortuna de que Alcalá desvió el balón y batió a su propio portero. Conseguía la recompensa a la insistencia el Barça, pero no lo duraría mucho por su propia culpa. Un fallo al sacar un saque de banda que no controla Lenglet metió en problemas a Ter Stegen, que intentó despejar el cuero, que chocó en Negredo y en el rechace rompió a Frenkie de Jong y empujó a placer el balón a la jaula. Ni 5 minutos le duró la alegría al combinado culé.

Ok Diario