Millones de dolares y de sonrisas. Por Eugenio Montoro

Lo que pasará en Venezuela, después de que el Departamento de Justicia Americano (DOJ) le pusiera precio a la captura de Maduro y a otros de su entorno, es el tema de este escrito. Como la difusión de lo sucedido ha sido buena me ahorro el incluir los antecedentes. Empecemos.

Para la oposición ya hay una primera victoria. Del mantra 1,2,3 de Guaidó el número 1, el cese de la usurpación, se ha cumplido pues Maduro dejó de ser un ilegítimo y usurpador presidente para pasar a ser un legítimo y vulgar delincuente (bueno no tan vulgar pues le pusieron 15 millones de dólares en recompensa).

El siguiente lo propuso casi de seguida el presidente Guaidó, y corresponde al número 2 del mantra, como lo es un gobierno de transición. Guaidó se mostró muy amplio en constituir una junta de gobierno donde estarían muchos factores políticos y sociales y también los del de PSUV no declarados como delincuentes por el DOJ.

Por las primeras declaraciones, post DOJ, Maduro y los militares parece seguirán jugando el rol de los duros, condimentado con las usuales consignas de patria, socialismo, venceremos etc. Y también pusieron en la mesa las amenazas de ir contra Guaidó usando unas declaraciones del topo Alcalá Cordones.  El tratar de lavar la cara, utilizando una imagen de “hombres sin miedo, come candela y dispuestos a todo”, ya se cumplió, dirigidas a sus asustados partidarios.

Hasta aquí lo real, lo siguiente son las especulaciones.

La sala situacional de los rojos está que arde con, al menos, tres escenarios. El primero es resistir hasta el final, luchar por los ideales bla, bla y en último caso irse “a las montañas” con otros grupos armados y seguir “la lucha del comandante eterno”. El segundo es acordar con la oposición un nuevo CNE y unas elecciones para presidente y AN (o algo por el estilo) y el tercero es aceptar un gobierno de transición negociando los mejores términos posibles.

Los escenarios primero y segundo tienen el inconveniente del tiempo y el de seguir con el que ahora nadie quiere ni de lejos, en efecto, las dos mantienen lo actual esperando que un milagro aparezca. La solución no es asunto de dinero, pues a falta de petróleo, siguen los ingresos provenientes de los narcóticos y de los fondos guardados en algún lugar para proteger y expandir la revolución. Pero ni siquiera esto sería suficiente, pues surtir de gasolina al país se ha convertido, además de la corona virus, en problema nacional y con pocas opciones de solución en el horizonte.

La sala situacional roja debe entender que los escenarios uno y dos conducen a la ingobernabilidad, pues la falta de combustible y transporte afectaría todo, pero principalmente al suministro de alimentos. Quizás podrían hacer entrar, a escondidas, algún barco con gasolina, pero nunca sería suficiente. La ayuda exterior estaría condicionada a la salida de Maduro pues la decisión del DOJ hace que cualquier país o empresa se cuide mucho de ayudar a los narcos terroristas por miedo a que los involucren.

La locura de una lucha armada, estilo guerrilla de pequeños focos es factible, pero no sería un factor determinante. A gran escala no parece realizable pues una opción de incertidumbre, calor y garrapatas, no llegaría muy lejos en las filas de un chavismo acostumbrado a la vida fácil.

Así las cosas, el escenario de mayor peso para la supervivencia del PSUV es aceptar un gobierno de transición, que abriría de inmediato la ayuda internacional para gasolina, alimentos, medicinas y dinero.

Por supuesto esto no sucederá de inmediato. Maduro y su gente tratarán de alargar su dominio, para ir fabricando las soluciones individuales que cada quien considere para enconcharse en algún país aliado o arriesgar a quedarse.

La presión externa causada por la política gringa y el DOJ y su sintonía en casi todos los países junto a la creciente presión interna causada por la pandemia, la falta de gasolina y la escasez de alimentos triturarán a lo que queda de régimen y lo obligarán a ceder.

Jugando, ahora sí, al adivino, tendremos dos meses más de creciente deterioro, un mes más para acordar la junta de transición y luego vendrá su anuncio en cadena nacional poniendo, ese día, fin a la dictadura e iniciando un nuevo período republicano. Lo que harán o habrá sucedido con los personajes indicados como pillos por el DOJ se lo dejamos a la imaginación de cada quién.

Estamos muy cerca. Viva Venezuela.

 

Eugenio Montoro / montoroe@yahoo.es

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