Cadenas, paja, paja y paja. Por Marlon S Jiménez García

Las cadenas de radio y TV que realiza el engendro heredero de manera continuada, todos los días, no están dando, ni darán, los resultados que ellos esperan. La razón es que es imposible seguir engañando al pueblo venezolano. En tiempo pasado, un porcentaje de la población tenía esperanza en el “comandante eternamente enterrado”; éste se encadenaba también constantemente y al principio lo escuchaban hasta que se hartaron de sus mentiras y sandeces y comenzaron a mellar de manera cuantitativa su popularidad. Hoy, el descalabro del régimen pro-cubano es impresionante; la credibilidad del engendro heredero y de sus acólitos está por el suelo; la población se cansó también de las mentiras y del abuso del poder. Estas cadenas son repetitivas, más de lo mismo; todos los días promete y promete planes y “ninguno” produce efectos tangibles en la mejora de la calidad de vida, por el contrario, generan más angustia y desesperación, causando la “huida” hacia otras fronteras, sobre todo, de la juventud y de la gran mayoría de los profesionales.

En esas cadenas, el engendro heredero demuestra su absoluto rechazo al pluralismo político, al sentido valorativo de la democracia, plasmados en la CN y atiza el odio entre los venezolanos. Las cadenas de radio y TV del engendro pro-cubano se están convirtiendo en un atentado contra la inteligencia humana; éstas originan espacios para creer que realmente él tiene problemas serios en su salud mental.

Los ministros y los entes que dirigen los demás poderes del Estado reciben las más disparatadas y disímiles órdenes de ejecución de tareas, que ciertamente, demuestran la incapacidad intelectual y la intolerancia de su “comandante en jefe”. En estas cadenas, el “verbo procaz” utilizado es devastador para la ética y la moral de la sociedad en general y ello contribuye al deterioro de su imagen a lo interno y también a lo externo. No es un lenguaje de un gobernante, es el lenguaje utilizado por un guapetón de barrio o por un sicario más de una banda de malhechores, donde brilla la vulgaridad y la maledicencia.

El pueblo está padeciendo de manera grave problemas de hambre, de salud, de carencia de medicinas, de ausencia de agua, de electricidad (apagones viscerales diarios de 8 hrs y más, bajones las 24 hrs del día), de colas de hrs y de días para tanquear, de transporte público para transportarse de un lado a otro, no se consigue efectivo (el nuevo cono y el viejo están en la frontera) y pare Ud de contar; el engendro se encadena para hablar paja, paja y paja y no dice, absolutamente nada, de “cuándo y cómo se van a resolver estos problemas que nos hacen la vida de cuadritos” y que nos llevan inexorablemente a la muerte.

 

La muerte, no puede ser la filosofía de acción de un gobierno en cualquier parte del mundo; en Venezuela lo es; de allí la necesidad de cambios para consolidar a la “vida” como un deseo insoslayable de desarrollo y de progreso.  Lo cierto es que el engendro pro-cubano y su régimen en el stricto sensu, representan un atentado contra lo axiológico de la sociedad. Ante esta insolente gestión del engendro y del comunismo, tenemos el sagrado deber de decir ¡basta ya!. Aplícale el art 350 de la CN a tanta paja, paja y paja.

 

Prof. Marlon S Jiménez García / Profesor Universitario / Marjimgar54@hotmail.com

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