Lenín Moreno pide la renuncia de todo su gabinete de ministros para una reestructuración

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, pidió otra vez la renuncia de su gabinete para una evaluación política, la segunda este año, que le servirá para decidir quién permanece en el cargo tras haber cambiado ya a más del 60 % de sus ministros y secretarios nacionales.

“Ahora evaluará el desempeño de cada uno (de los ministros) en las próximas dos, tres o cuatro semanas”, dijo hoy a Efe una fuente oficial al ser consultada por el proceso, y sin poder fijar plazos para la reestructuración del Ejecutivo nacional.

La Secretaría de Comunicación de la Presidencia informó el jueves que Moreno solicitó la “renuncia a todo el gabinete ministerial” para realizar “un proceso de evaluación durante las últimas semanas del año 2018”.

Y aunque apuntó que los resultados de ese análisis se informarán “oportunamente” a la ciudadanía, a primeras horas de hoy el propio ministro de Educación, Fander Falconí, anunció su salida por desacuerdos con los recortes al sector de la educación en el presupuesto de 2019, pendiente de aprobación por la Asamblea.

“Como no estoy de acuerdo con el recorte a la educación pública ecuatoriana en el presupuesto del Estado 2019, me retiro de estas importantes funciones. Que la historia diga la última palabra”, escribió en Twitter.

Falconí considera que la proforma presupuestaria enviada a la Asamblea por el ministro de Economía y Finanzas implica un “desprecio a la educación pública y tiene graves errores técnicos”.

Añade que, de confirmarse esa propuesta presupuestaria “no habría un solo centavo para el mantenimiento de 12.333 unidades educativas públicas del país”.

La “crisis de gabinete”, como se conoce en la política ecuatoriana la práctica de los gobernantes de solicitar la renuncia de su gabinete, busca una oxigenación en el ámbito político.

El mismo Moreno ya apeló a ese mecanismo en mayo pasado, cuando sustituyó a un par de miembros del consejo ministerial.

“Es un proceso evaluatorio que se realiza cada año, es normal”, consideró hoy el ministro de Trabajo, Raúl Ledesma.

En esa misma línea, también la ministra del Interior, María Paula Romo, comentó que es “parte de la evaluación de fin de año” que hace el gobernante.

Ello para decidir no solo “cuáles de sus colaboradores somos útiles en el lugar en el que estamos sino también para poder conducir la política pública hacia determinado lugar o con determinado objetivo”, reflexionó Romo, que asumió el cargo el pasado 3 de septiembre.

Moreno, que llegó al poder en mayo de 2017 con el apoyo de Rafael Correa -ahora su mayor adversario-, ha reemplazado o ha aceptado la renuncia voluntaria de más del 60 por ciento de sus ministros, secretarios nacionales y consejeros.

Entre ellos, varios exfuncionarios de la administración de Correa (2007-2017), en la que también trabajó Falconí como ministro de Exteriores, entre otros altos cargos.

La “crisis de gabinete” ocurre en momentos en que Ecuador ha entrado en un período electoral con miras a los comicios de marzo próximo cuando se designará a las autoridades locales y a los representantes del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).

Los ecuatorianos elegirán el 24 de marzo a los siete integrantes del CPCCS cuando acudan a las urnas para designar también a un total de 5.661 autoridades locales, entre las que figuran prefectos, alcaldes y concejales.

El nuevo Consejo de Participación, organismo encargado de designar a las autoridades de distintas instituciones estatales, reemplazará al actual de carácter transitorio, cuya conformación avaló una consulta popular celebrada el pasado 4 de febrero.

EFE

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