Camino de Santiago: La lluvia no apagó la petición de paz de los peregrinos

Un recorrido de 12 kilómetros lleno de bajadas y subidas, largas rectas, cruzado por botes de agua, baches en el asfalto, carros que no dan paso y poca señalización, es lo que sortearon los casi 2.000 peregrinos que este año de sumaron al Camino de Santiago, en El Hatillo.

Ni siquiera la religión fue un impedimento para que personas católicas, evangélicas y hasta budistas, se unieran a este recorrido que llegó a su edición número 13 y que en esta ocasión fue acompañada de un torrencial aguacero que logró retrasar a algunos caminantes, pero que no apagó la petición de paz que estos hombres, mujeres y niños hicieron en cada una de las nueve estaciones que tenía el camino.

Desde el año 2006, el Camino de Santiago se realiza en honor al patrono de esta ciudad capital,sumándose a la celebración de la fundación de Caracas y haciendo del evento un recorrido turístico interesante para deportistas y creyentes por igual.

Foto: Hirsaid Gómez

Aunque todos aseguran que cada experiencia es personal, muchos de los asistentes son capaces de comparar el de El Hatillo con el recorrido que desde el siglo IX se efectúa en Europa hacia la catedral de Santiago de Compostela en Galicia, España, donde reposan los restos de Santiago, uno de los apóstoles que acompañó al hijo de Dios.

Carlos Torres Bastidas es uno de estos peregrinos que no menosprecia la experiencia caraqueña y que, a pesar de practicar el budismo ortodoxo refiere que este recorrido por El Hatillo “permite tener un acercamiento contigo mismo y unirte a esa petición por la paz que es más fuerte cuando se hace en conjunto”.

Para su compañero de viaje, Lázaro Silva González, “el camino lo haces tu mismo” por eso ambos usan un bordón, una especie de bastón, con el que marcan el ritmo de la caminata. “Se trata de reencontrarse con uno mismo y con la ciudad”, aseguran estos amigos.

Foto: Hirsaid Gómez

Durante el recorrido de los nueve puntos eclesiásticos del municipio El Hatillo, sólo dejó de llover por algunos minutos. A lo largo del recorrido se podían divisar personas de la tercera edad tapadas con sombrillas y gorras, jóvenes apoyando a los más adultos a completar el camino y voluntarios dispuestos a socorrer a quienes corrían para evitar el chaparrón.

Las personas recorrían con banderas de Venezuela, gorras tricolor y las conchas marinas que los diferenciaban como peregrinos cada tramo del trayecto hasta llegar a las iglesias donde sus pasaportes de peregrinaje, eran sellados como certificación de que estuvieron en el sitio.

En el recorrido también era posible encontrarse con el propio apóstol Santiago, representado por Alexander Díaz, un hatillano que hace cinco años se viste como este personaje para dar un toque distinto al peregrinaje venezolano.

Foto: Hirsaid Gómez

“Lo que más me alegra es saber que esto une a las personas que vienen aquí. Que lo hacemos por Dios y que se trata de una tradición mediante la que nos juntamos para pedir por este país que tanto lo necesita”, explicó durante la jornada.

El evento inició a las 6:30 am en la Parroquia la Anunciación del Señor, ubicada en La Boyera, y se completaba con otras ocho estaciones: la iglesia Santa Rosalía de Palermo, la iglesia Ortodoxa Rumana, la iglesia Santa Ana. De allí sigue por el Parque por la Paz, la capilla de El Calvario, el Seminario de Santa Rosalía de Lima, la capilla Virgen del Valle, y la iglesia María Madre del Redentor.

En unas seis horas los asistentes completaron su caminata con una oración en la que se escuchó: “Hoy caminamos para que sea la paz la que reine en los corazones de los venezolanos y en todo nuestro país”.

Foto: Hirsaid Gómez

Foto: Hirsaid Gómez

Foto: Hirsaid Gómez

Foto: Hirsaid Gómez

Foto: Hirsaid Gómez

Foto: Hirsaid Gómez

Foto: Hirsaid Gómez

Foto: Hirsaid Gómez

 

DC / El Pitazo

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