McLaren vuelve a fracasar: los dos coches eliminados en Q1

En la entrada al box de McLaren hay dos paneles blancos en los que se pueden leer fechas, nombres, coronas de laurel, títulos y campeones de otro tiempo… Lauda, Prost, Senna, Hakkinen, Hamilton… Y por ahí entra un piloto respetado, de época, como Fernando Alonso, alguien que tenía muchas esperanzas en el recuerdo de un equipo que fue grande y se está revelando en una tremenda decepción. Le trataron mal en 2007, pero el coche volaba y funcionaban como un reloj, esa evolución de McLaren… Poco queda de la gloria pasada.

La escudería llegaba esta temporada después de tres años lastrados, según sus declaraciones, por el motor Honda con la esperanza de estar en los podios con Renault. Es cierto que la unidad de potencia japonesa era mala, entró antes de tiempo y aún hoy sigue acumulando sanciones, pero también es verdad que no toda la culpa era del motor. Ni con un Mercedes ganarían carreras como dijo Eric Boullier a As hace un año. Justo hace un año fue la última vez, en el GP de Bakú, en la que los dos pilotos del equipo de Woking se quedaban fuera en la Q1. En Francia, Alonso será 16º y Vandoorne. 17º al ganar una posición por la sanción a Hartley (cambio de motor). Ver al piloto que deslumbró en las 24 Horas de Le Mans sin poder pasar a la segunda ronda en el deporte en el que es especialista es penoso realmente.

«Esto es humillante para Alonso, esta no es la manera en la que un piloto estelar como él que debería estar compitiendo», decía el expiloto de Renault Jolyon Palmer en la ‘BBC’. Pero es que la evolución de McLaren, al contrario de lo esperado, ha sido negativa, van cada vez peor. Fernando fue quinto en Australia y entonces esperaba que esa fuera una de sus peores clasificaciones del año. Será la mejor posiblemente. Le engañaron, le prometieron algo que no están cumpliendo. Pero es que en clasificación, que es donde se ve la velocidad real de los coches, el mejor puesto de Fernando fue un séptimo en Mónaco, pero el de su compañero el undécimo de Australia y España. Vandoorne aún no ha entrado en la Q3 y es quien da la medida del coche.

McLaren se debate entre un jefe deportivo como Eric Boullier, que está siendo menos de lo que pareció en Lotus, un CEO como Zak Brown, que está mas pendiente de maquillar estos resultados (aventura Indy) o de sus cosas (equipo en Le Mans o Daytona) que de mejorar el coche de Fórmula 1, una plantilla escasa de motivación con el episodio de las barritas de chocolate como anécdota representativa y un equipo Red Bull que está dejando a la vista todas sus vergüenzas. «Tenemos un gran chasis», decían. Pero la verdad es que está muy lejos de que tienen en Milton Keynes. «Con otro motor estaremos delante», decían. Renault por Honda y los resultados similares, siguen a casi dos segundos de los mejores.

A principio de temporada parecían una cosa, pero el ritmo de evolución no es bueno y solo el pilotaje de Alonso en carrera maquilla un desastre total en McLaren. El coche tiene varios problemas, el chasis no es estable, la aerodinámica no responde como debería, mala tracción y sobre todo la falta de velocidad punta por la excesiva resistencia al aire. En Francia sus coches fueron los dos peores, a 16 km/h del mejor. Quieren que el asturiano siga. Lógico. A día de hoy parece una utopía. Estamos en el octavo gran premio de 21. Y, ahora mismo, de la segunda mejor escudería de la historia de la Fórmula 1 solo quedan los nombres de lo que fueron… a la entrada del box, por donde entra Alonso para luchar contra su coche.

 

DC / As

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