Nosotros: Sobre el holocausto selectivo en Venezuela ante el silencio cómplice del Vaticano. Por Johnny Galue (@COOTUR)

(HOLOCAUSTO: Gran matanza de personas, la que tiene como fin exterminar un grupo social por motivos de raza, religión o política)

 

La pregunta que guía la presente reflexión, se encuentra orientada, cuando se discuten elementos sin precedentes de un fenómeno social, la pregunta inmediata es ¿sin precedentes en comparación con qué? Por medio del método comparativo y tomando en cuenta que el horror del Holocausto no es que se desvió de las normas humanas, sino que no lo hizo, para arribar a la conclusión de que el Holocausto es una forma extrema. Adquirir conocimiento deja al descubierto la relación dialéctica entre particularidad y universalidad del horror. El Holocausto conlleva una advertencia. No sabemos si tendremos éxito en difundir esta reflexión comparativa, pero si hay una oportunidad siquiera en un millón, ese sentido debe prevalecer; tenemos una obligación moral, en el espíritu de la filosofía ética moral, de intentarlo. La única manera de esclarecer la posibilidad de aplicar definiciones y generalizaciones es mediante comparaciones. El hecho, acerca de que el Régimen aplica en Venezuela un Holocausto selectivo, tiene características, que no han existido, y no son comunes, es extremadamente importante si deseamos descubrir más acerca de esta patología social. La sola afirmación de que un hecho histórico no tiene precedente puede ser hecha cuando el acontecimiento es comparado con otros de naturaleza presumiblemente similar con los cuales comparte al menos algunas cualidades. Excepto que se encuentre una medida de comparabilidad, la falta de precedente solo puede significar que el acontecimiento no es humano, en otras palabras, no es histórico, en cuyo caso es inútil hablar acerca de él excepto en contextos teológicos o místicos.

 

El Vaticano, deberá de asumir, ahora su deber con las víctimas de los millones de venezolanos, que huyen de Venezuela, por falta de alimentos y medicamentos a quienes sencillamente, no debe de ignorar, y lanzarlas a la proscripción, o enviarlas al limbo del silencio. No debe ser indiferente a Dolor de los crímenes ejecutados por este Régimen como el más reciente, del cual aparece registros con pruebas como el caso del Junquito de Oscar Pérez, para pretender, mantenerlo en secreto. Se puede equivocar. El Vaticano puede seguir mirando hacia otra parte, fingiendo demencia, pero la historia se encargará de colocar a cada quien en su sitio. Pongamos las cosas en su sitio. Y esto va dirigido a todos los católicos, los fundamentalistas que prefieren ponerse una venda en los ojos y los más realistas que han logrado derribar sus afinidades.  Pensemos en los cientos de pruebas que demuestran lo perverso que ha sido este Régimen.  Es imposible creer que un hombre tan inteligente como el Papa Francisco, no entienda la magnitud de los hechos. Permitir, que este Régimen siga, garantizando este régimen de atrocidades, a una sociedad, que sin estar en guerra, huyen horrorizados de su realidad a otras latitudes, esto no es algo muy santo, cuando mueren venezolanos, por falta de medicamentos, por desnutrición y hambre, siendo este un país tan rico como Venezuela.

 

Esperemos, que la historia no sea tan despiadada, con los venezolanos, y esta nueva modalidad de holocausto puesto en práctica en Venezuela, con el objetivo de esclavizar a sus ciudadanos, obtenga un pronunciamiento del Vaticano. Esperemos no nos fallen, Justo en este momento en el que la Iglesia debe de convertirse, en la luz de amor y razón en medio del caos, el horror y la maldad que vivimos todos los venezolanos, la Iglesia Católica no debe callar. Algunos pudieran justificar esta “prudencia” por el miedo a que si el Vaticano se enfrente a Cuba, URSS y a China,  lo único que conseguiría sería, poner a los católicos en su punto de mira, algo que en parte ocurrió igualmente en el pasado. Otros pudieran sostener que los verdaderos motivos son lisa y llanamente que el Vaticano es un profundo comunista y odia a los venezolanos, al igual, que en el pasado cuando el General Argentino traiciono a Bolívar en la época de la independencia, por ello, su respaldo al propio Régimen.

 

Miembros de la Iglesia Católica en Venezuela, con sobradas y Justificadas razones, han fijado posición, por iniciativa propia, sin que el Vaticano alentara, respaldara ni aunara esfuerzos para con Venezuela.

 

Por ello, sito en la presente, el duro reproche grabado en piedra que en Israel queda como constancia del que muchos llaman “el papa Pio el Papa de Hitler”. El Estado de Israel, en su monumento al Holocausto del Yad Vashem, muestra un poema que se queja de que mientras los hornos ardían el santo padre no abandonó su palacio, y junto a la imagen de Pio XII grabadas las siguientes palabras:

 

“Cuando fue elegido Papa en 1939, archivó una carta contra el racismo y el antisemitismo que su predecesor había preparado. Aún tras la llegada al Vaticano de informes sobre el asesinato de judíos, el Papa no llevó a cabo ninguna protesta ni verbal ni por escrito. En diciembre de 1942, se abstuvo de firmar una declaración de los Aliados que condenaba la exterminación de judíos. Cuando los judíos fueron deportados de Roma a Aushwitz, el Papa tampoco intervino. El Papa mantuvo su posición neutral durante la Guerra, con la excepción de algunas apelaciones a los dignatarios de Hungría y Eslovaquia al final de la guerra. Su silencio y la falta de una guía obligaron a los hombres de la Iglesia en toda Europa a decidir por su propia cuenta cómo reaccionar.

 

DC / Dr. Johnny Galue / Abogado, Político / @COOTUR

 

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