Errores que cometes a la hora del almuerzo

Es muy probable que estés cometiendo uno de estos errores durante tu comida del mediodía y ni siquiera lo has notado. Una de las ventajas de tu trabajo es poder finalmente tomar una pausa para el almuerzo. Es una de las pocas veces del día de trabajo en las que puedes relajarte y no pensar en todas tus tareas incompletas, todo mientras disfrutas tu comida favorita.

No obstante, algunos de tus hábitos a la hora del almuerzo realmente podrían estar afectando tu salud. Tu estado físico e incluso tu salud mental pueden verse afectados dramáticamente por lo que elijas hacer durante el almuerzo, así que asegúrate de estar tomando las decisiones correctas para tu cuerpo. Mientras tanto, deshazte de estos hábitos terribles con los 18 Lunch Rituals to Help You Lose Weight (18 rituales para el almuerzo para ayudarte a perder peso) a fin de mantener tu figura delgada y tu cuerpo energizado para hacerle frente al resto del día que te espera.

1. COMES FUERA DE CASA TODOS LOS DÍAS
Pedir comida para llevar con regularidad no favorece tu figura. La Revista Europea de Nutrición Clínica mostró que los platillos de restaurantes y de negocios de comida rápida contienen significativamente más calorías, grasas saturadas y sal en comparación con las comidas caseras. En especial, cenar fuera de casa sumará 190 calorías adicionales al día comparado con los días que decides preparar algo tú.

2. COMES EN TU ESCRITORIO
Llevar tu bolsa de almuerzo a tu escritorio de trabajo en realidad puede hacer que comas más de lo esperado. Un estudio realizado por la Universidad de Bristol demostró que comer en tu escritorio puede aumentar la cantidad de alimentos que consumes durante tu hora de almuerzo. Esto se debe a que estás distraído mientras comes, lo que hace que pierdas la cuenta de la cantidad que consumes.

3. NAVEGAS EN TU TELÉFONO MIENTRAS COMES
Usar tu teléfono mientras comes es otra forma de comer distraído. Al igual que trabajar en tu escritorio, tu teléfono evita que te centres en lo mucho que estás comiendo, lo que te resulta en que comas en exceso. Trata de tomar un descanso de todos tus productos tecnológicos durante tu almuerzo y concéntrate en tu comida para evitar comer en exceso.

4. BEBES UNA SEGUNDA TAZA DE CAFÉ
Hacer una segunda visita a la cafetera de la oficina durante tu hora de almuerzo no es la mejor idea si quieres dormir bien en la noche. Según un estudio de la Universidad de Bristol, beber una taza de café, incluso seis horas antes de ir a la cama, puede alterar tu patrón de sueño y hacer que duermas menos. Si normalmente comes tu almuerzo tarde, a las 3 p.m., podrías tener problemas para relajarte a las 9 p.m.

5. NO EMPACAS VERDURAS
Excluir a las verduras verdes de tu almuerzo puede dejar enormes lagunas nutritivas en tu comida. Las verduras verdes oscuro y con hojas, como la espinaca y la col rizada, están llenas de nutrientes como fibra (esencial para que tu digestión funcione con normalidad), vitamina C (que ayuda a tener una piel más joven) y antioxidantes. Trata de preparar una ensalada de col rizada o usa una hoja de col verde para envolver en lugar de usar tortillas hechas con granos blancos y refinados.

6. NO AÑADAS ADEREZOS
Muchos aderezos están llenos de aceite de soja que causa inflamación y sodio que pueden arruinar lo que era una ensalada saludable. Por ejemplo, un aderezo Ranch estándar añade 139 calorías adicionales y 13 gramos (0.45 onzas) de grasa por porción (alrededor de dos cucharadas). Por lo tanto, asegúrate de usar el aderezo con moderación u optar por otras alternativas. Salpicar con un poco de aceite de oliva y balsámico le dará a tu ensalada las grasas saludables que necesitas mientras añades toneladas de sabor.

7. COMES PAN CON TU ENSALADA
Otro elemento adicional para la ensalada que debes evitar es el pan blanco. El pan blanco es poco más que carbohidratos vacíos, lo cuales tu cuerpo descompone en azúcares simples más rápido que el pan de grano entero que tiene más fibra y eleva los niveles de azúcar en la sangre. También suma 100 calorías adicionales a tu comida o más, dependiendo del restaurante. Si necesitas comer pan con tu ensalada, prueba las opciones de grano entero que contienen más fibra que los panes blancos, lo cual ayuda a la digestión.

8. COMES MUY TARDE (O MUY TEMPRANO)
Resulta que el momento en el que comes es tan importante como lo que comes. Si comes demasiado temprano, lo más probable es que vas a tener hambre de nuevo al final de tu turno y le echarás un vistazo a los bocadillos que hay en la oficina, lo que hará que comas más calorías innecesarias. Sin embargo, si esperas hasta que te estás muriendo de hambre para tomar tu hora de almuerzo, podrías terminar comiendo más comida de la que normalmente consumirías durante el almuerzo. Un estudio encontró que las personas que hacen dieta y comen su comida principal antes de las 3 p.m., perdieron significativamente más peso que quienes comieron más tarde, a pesar de que ambos grupos consumen las mismas calorías. Los investigadores plantean la hipótesis de que aplazar tu comida hasta tarde puede sacar de sincronía al reloj maestro de tu cerebro con respecto a los relojes celulares que regulan el metabolismo. Usa tu hambre como guía y come tu almuerzo tan pronto como el estómago comience a hacer ruidos.

9. ESTÁS USANDO PAN BLANCO EN TU BOCADILLO
El pan blanco está lleno de carbohidratos simples que pueden obstaculizar tu pérdida de peso al mantenerte siempre con hambre. En lugar de usar pan blanco para tu sándwich, trata de cambiar a pan de grano entero que es más saludable o haz un rollo con una hoja de lechuga para que tu almuerzo se mantenga bajo en carbohidratos y bajo en calorías.

10. ESTÁS USANDO CONDIMENTOS GRASOS
Algunos condimentos pueden de hecho convertir un almuerzo que es perfectamente sano en uno que engorda. Una cucharada de mayonesa agrega 11 gramos (0.38 onzas) de grasa extra a tu comida, y el aderezo Ranch rico en grasa añade otros 15 gramos (0.52 onzas). Usa algo que sea bajo en calorías, como salsa picante o mostaza Dijon, ninguna aporta más de 10 calorías por porción.

11. ESTÁS COMIENDO CARNES PROCESADAS
Un sándwich de pavo puede sonar saludable pero podría no ser el caso si estás usando la carne procesada en lugar de cortar tu propia pechuga de pavo asada hecha en casa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha demostrado que el alto consumo de carnes altamente procesadas aumenta el riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades crónicas debido a su alta concentración de nitratos. Por lo tanto, omite las carnes deli (procesadas) y trata de añadir algunos trozos frescos de asado de pavo o pechuga de pollo.

12. ESTÁS TOMANDO GASEOSAS
Las gaseosas tienen mala reputación por una razón: ¡tienen más azúcar de la que se supone que debes consumir en un solo día! Un refresco regular contiene 39 gramos (1.37 onzas) de azúcar, que es más que la ingesta diaria recomendada para hombres y mujeres -38 gramos (1.34 onzas) para el primero y 25 gramos (0.88 onzas) este último, según la Asociación Estadounidense del Corazón. La gaseosa de dieta no es más saludable ya que contiene edulcorantes artificiales que se han vinculado con el aumento de peso a largo plazo. Bebe agua hidratante (o si quieres algo burbujeante, agua de Seltzer/carbonatada) para no consumir calorías adicionales y azúcar con tu siguiente almuerzo.

13. ESTÁS COMIENDO YOGUR BAJO EN GRASA
En ocasiones, consumir productos ricos en grasa puede beneficiarte más que las versiones con bajos contenidos en grasa. Según un estudio publicado en la Revista Americana de Nutrición Clínica, las personas que consumían productos lácteos ricos en grasa tenían un menor riesgo de padecer diabetes tipo 2 en comparación con quienes consumieron productos lácteos bajos en grasa. Por lo tanto, elige opciones más sanas y llenas de proteínas, como el yogur griego rico en grasa y compleméntalo con bayas frescas y nueces o semillas.

14. TE LLEVAN LA COMIDA
La comida para llevar y la de los restaurantes es conocida por ser menos sana que las comidas hechas en casa – los alimentos que se entregan a domicilio no son una excepción a esta regla. En todo caso, la entrega es la peor opción ya que te motiva a casi no moverte durante tu hora de almuerzo. En lugar de que te entreguen la comida, da un paseo para recogerla o ahorra tu dinero y preparar deliciosos y nutritivos platillos para llevarte para almorzar en la semana.

15. COMES MIENTRAS TE TRASLADAS
Si la fila de la charcutería era muy larga, puedes sentir la necesidad de comer mientras que tratas de regresar corriendo a la oficina antes de que termine tu descanso. En realidad no es una gran idea ya que es otra forma de comer sin pensar que puede conducir al consumo excesivo de alimentos. Un estudio realizado por la Universidad de Surrey mostró que comer mientras te trasladas puede hacer que comas más, más tarde, debido a que no te sientes satisfecho.

16. COMES SOLO
Resulta que deberías comer tu almuerzo con un amigo por el bien de tu salud. Un estudio realizado por la Universidad de Cambridge muestra que las personas que comían solas eran más propensas a comer alimentos que no contenían la porción recomendada de verduras y, por lo tanto, que carecían de contenidos nutritivos e incrementaban el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes y el cáncer.

17. METES TUS COMIDAS AL MICROONDAS EN RECIPIENTES DE PLÁSTICO
Si llevas comida de casa, asegúrate de no cocinarla en recipientes de plástico. De acuerdo con la Facultad de Medicina de Harvard, calentar alimentos en microondas en recipientes de plástico que tienen bisfenol A (también conocido como BPA, que es un producto químico que hace que el plástico sea claro y duradero) y ftalatos que hacen que plástico sea suave, puede hacer que estos productos químicos ásperos se filtraren en tu comida, lo que puede afectar tus niveles de tiroides y hormonas. (Es un problema importante ya que tu tiroides influye en el metabolismo que quema calorías). Trata de usar recipientes que no tengan BPA, como vidrio o cerámica, para mantener tu cuerpo a salvo de productos químicos agresivos.

20. BEBER EN VASOS GRANDES
Tomar bebidas azucaradas, como los jugos y gaseosas, perjudica tu dieta, pero servirlas en vasos grandes solo va a resultar en que consumas más de la porción recomendada de 8 onzas (0.23 litros). Algunos vasos pueden ser el doble del tamaño de la porción recomendada, así que asegúrate de beber en un vaso de 8 onzas.

21. TE QUEDAS SENTADO DESPUÉS DE COMER
Puede ser difícil de evitar si trabajas en una oficina, pero trata de no sentarte después de comer si quieres perder peso. Un estudio publicado en el Revista Internacional de Medicina General mostró que caminar durante 30 minutos justo después de una comida puede ayudar a perder peso. Si bien dedicar 30 minutos de tu hora de almuerzo a caminar puede parecer difícil, intenta caminar tanto como puedas durante ese tiempo. En lugar de sentarte después de comer, haz un par de viajes por el las escaleras o camina por la cuadra.

22. COMES MUY RÁPIDO
Comer muy rápido puede hacer que consumas mucho más de lo que normalmente consumirías. Un estudio publicado por la Revista de la Academia de Nutrición y Dietética encontró que las personas que tienden a comer más rápido son más propensas a ser obesas que quienes comen más lento. Por lo tanto, asegúrate de controlar tu ritmo cuando comes a fin de evitar consumir demasiado durante tu hora de almuerzo.

DC | Eat This, Not That!

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