No + burlas, por Golfredo Dávila (@golfredodavila)

Escribiríamos un tratado con cientos de páginas aludiendo la cantidad de insolencias y vejámenes que este régimen vocifera y ejecuta contra este noble pueblo. Nicolás se mofa, no sólo de nuestra Carta Magna, sino que se enfila contra la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que contempla el derecho a la protesta como un derecho humano fundamental.

Para Maduro y sus secuaces, son ellos quienes se puede arrogar el derecho de incriminar a las personas; si leemos entre líneas, en sus recientes discursos, afirma que sólo lamiéndole los pies, se logra la paz. El pueblo perdió su derecho a indignarse o a la protesta, debe callar ante cada uno de sus abusos, o frente a las agresiones y el terrorismo de Estado, ya que la pena por protestar es de 15 a 25 años de prisión. El ilegítimo actúa como aquel que se burla de todo el mundo, pero cuando le hacen una pequeña broma, se encoleriza. Los que cometen desmanes, crímenes y/o asesinatos, en nombre de la defensa del narco-Estado, como el caso de los colectivos armados, o la Guardia Nacional, son premiados.

En un país donde se respete el Estado de Derecho, un mandatario que criminalice la protesta y actúe con semejante desfachatez, le cabe antejuicio de mérito, por violar los Derechos Humanos y por instigación a delinquir. Pero como se sabe, acá todo está torcido, ni en los tiempos de la esclavitud, donde imperaba la ley del amo, operaba tal maltrato, al menos aquellos amos alimentaban a sus esclavos, esta dictadura, además de estar matando de hambre al pueblo, se apropia indebidamente de los dineros y riquezas del país, convirtió a Miraflores en un gran cártel de las drogas y ha entregado nuestros recursos de manera descarada a los imperios chino y ruso.

Se burla del pueblo cuando habla de soberanía, hoy más que nunca somos una colonia, al punto que los países imperiales, en el contexto de sus negociaciones, mueven a Venezuela como una pieza de ajedrez. En los últimos meses, estos países declaran a favor del pueblo o del régimen, dependiendo de sus contradicciones, de sus intereses y de los planes de expansión de sus mercados.

Este pueblo no tiene odio, la protesta es una consecuencia de la destrucción, de los desmanes contra el país y del irrespeto y burla constante contra su dignidad; lo que si tiene es indignación y sed de justicia. Las barricadas, los trancones, los paros, son acciones diminutas frente a la gran tranca y paralización de la economía, que sufre el país desde hace muchos años, por culpa de la cúpula corrompida. Ellos, hoy se burlan, agreden al pueblo con absoluta impunidad, pero la inmensa mayoría de los venezolanos con su decisión, con la protesta y la organización, destrancara la tiranía, exterminará la burla y el terror, que son el cuerpo y esencia del Estado y producirá el cambio político, para lograr la anhelada justicia.

 

DC / Ing. Golfredo Dávila / Secretario General de Vanguardia Popular en el Zulia / @golfredodavila

 

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