¿Hacia dónde va Venezuela? Por Golfredo Dávila (@golfredodavila)

Para quienes se encuentran apesadumbrados, angustiados, llenos de rabia e impotencia por la tragedia que atravesamos, les decimos que más temprano que tarde, saldremos adelante, de eso podemos estar seguros.Otros países han atravesado por caos similares y los han superado, por eso somos optimistas frente al futuro, tanto por el enorme potencial de nuestras riquezas naturales, como por nuestra calidad humana. Si reconvertimos aquel slogan zuliano, diríamos“la mejor riqueza del país, somos los venezolanos”.

 

La reserva moral, la Venezuela decente, la que cuenta con capacidades y voluntad para superar obstáculos, la representamos la mayoría nacional.Los de mente retrógrada, las mafias ylos violentos, que se creen dueños del país, son un grupo muy reducido. Y aunque algunos no estén de acuerdo, es clave diferenciar esa cúpula corrupta conla base social que les ha apoyado, que no tienen culpa de las atrocidades cometidas por los de arriba.Como se sabe,la exacerbación del resentimiento fue un mal inoculado por el poderpara su beneficio político, familias enteras separadas, vecinos y trabajadores enfrentados,por tanto, elantídoto en medio del cambio político por venir, esexecrar el odio y la sed de venganza, recuperar la justicia yaplicar todo el peso de la ley a quienes saquearon la nación y cometieron crímenes de lesa humanidad.

 

Asimismo, no hay que quemarse las neuronas para hacer lo que señala el sentido común,pasar de un Estado despótico y terrorista a uno que garantice la convivencia democrática. Hemos aprendido la lección de lo que no se debe hacer en política y mucho se ha conversado sobre la necesidad de reconciliar la familia venezolana y de uniral país en torno a un proyecto que incluya a todos los sectores sociales y políticos y a todas las corrientes de pensamiento.Además, el pueblo no se calará otra estafa y la alternativa democrática lo sabe.Conductas como el hegemonismo, la exclusión y/o discriminación, el mesianismo, el caudillismo, el abuso de poder, la antipolítica, el irrespeto y la corrupción, seránrechazadas por la población.

 

Hemos insistido en que los asuntos por resolver, en tiempos de normalidad, son de naturaleza política, no ideológica. ¿Cómo anteponerle una ideología aun ente que no la tiene? no lo decimos porque se haya esfumado aquella fraseología populista con la cual engañaban incautos, sino porque su único interés individual o grupal es mantener sus privilegios y seguir saqueando al país.Algunos todavía opinan que, en el supuesto negado de consumarse el fraude constitucional, ellos impondrían el pensamiento único.Al respecto elDr. Américo Gollo,con bastante tino, nos decía en el foro conel Frente de Trabajadores en Defensa de la Constitución y la Democracia, queel bodrio en el poder,no está sustentado en ningún pensamiento, ni en ninguna teoría ymenos enun proyecto de Nación.

 

Por ello la antítesis política a lo que tenemos, es un programa consensuado, cimentado enel servicio a la gente y en la ética;en el rescate de principios como la amplitud, la inclusión, la democracia y la autonomía; y en valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad y la solidaridad. Estas coincidencias y un nuevo modelo económico centrado en la superación de los males sociales que arrastramos y en la producción nacional, nos enrumbarán al desarrollo.

 

DC / Ing. Golfredo Dávila / Secretario General de Vanguardia Popular en el Zulia / @golfredodavila

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