#9May Gaiteros conmemoran natalicio de «El Monumental» Ricardo Aguirre (Vídeos)

En la populosa barriada de “El Empedrao”, conocido por sus calles de piedras y la Gaita, su nombre tiene su origen por las canteras de “piedra de ojo”, que fueron las utilizadas por los Alarifes (eran los constructores o maestros de obras experimentados) para la construcción de iglesias, templos y edificaciones en la naciente Maracaibo.

Un martes 9 de mayo de 1939, a las 6 de la mañana en una casa de la calle Baralt, en esa barriada, la Comadrona que asistía el parto de Doña Ida Cira González, anunció el alumbramiento de un varoncito que había nacido enmantillado (es considerado como una persona muy afortunada, para quien todos los caminos hacia el éxito están signados por su nacimiento), a quien pusieron por nombre Ricardo José, quien pasa a ser el cuarto hijo de la familia, su padre era el trabajador portuario Luis Ángel Aguirre.

Los Aguirre González vivían en dicho barrio, al fondo del edificio Hermanos Gómez Castro. Hay temas que marcan porque la gaita es una sola.
«Cuando voy a Maracaibo / y empiezo a pasar el puente / siento una emoción tan grande / que se me nubla la mente / siento un nudo en la garganta / y el corazón se me salta / y sin darme cuenta tiemblo / sin querer estoy llorando oooohhh».
A los cuatro años su Madre, lo lleva a estudiar en la escuelita privada de la maestra Mariita Pulgar, situada en la calle Aurora entre Carabobo y Padilla, cobraban dos bolívares semanales por alumno, allí aprendió sus primeras letras y números. Terminó la primaria en dos escuelas públicas. En 1951, Ricardo tenía 12 años, su madre gestiona ante el Ministerio de Educación su inscripción para que se formará como Maestro en la Escuela Normal “Gervasio Rubio” en Táchira; la respuesta fue positiva y el adolescente se fue a Rubio. Allá tomó pasión por la música, aprendió a tocar guitarras, cuatro, piano y otros instrumentos musicales; ya le había entrado el gusano de la música, comienza a mostrar su vena poética y de compositor en el género de la Gaita Zuliana.

Tuvo una gran admiración por su madre Doña Ida Cira, quien tuvo que trabajar duro para levantar sus hijos, con la fortaleza del Roble y una gran sabiduría para aconsejar y orientar a seis hijos que fueron abandonados por su padre cuando nació Alves, el último de ellos.
Ese joven inquieto y compositor que llego a convertirse en El Monumental de la Gaita, como lo bautizo el Abogado zuliano Orlando Urdaneta; desde el vientre de su madre ya escuchaba la gaita y el sonido de los tambores, es decir, nació y se crió rodeado del canto y de la música; sus abuelas Hermelinda González y Dolores Aguirre, por separado y sin conocerse ambas cantaban valses, tangos y boleros.

Su abuelo paterno, Pancho Landaeta, era músico y cantaba en las retretas que conformadas por bandas musicales tocaban en la plaza de El Empedrao y Santa Lucia. Todos sus tíos cantaban y tocaban bambucos, valses y danzas en el sector Las Veritas y La Mucura de la barriada Santa Lucía. “El Monumental”, era un hombre con personalidad, con liderazgo, convincente en sus planteamientos tanto en las aulas de clases o en la calle; su enfermedad visual lo obligo a llevar sus lentes de pasta de carey, como un apéndice de su cara. Quienes lo vieron cantar en vivo en los distintos escenarios, coinciden en que su voz y personalidad magnetizaban a los presentes y los ponía a cantar con él.

En 1966, Ricardo Aguirre, cantó la Gaita “Virgen de Chiquinquirá”, con el grupo “Cardenales del Éxito” de los compositores José Ángel Mavarez y Ramón Bracho. Le canto a la ciudad, a su gente, sus problemas; fueron más de 60 composiciones “La Grey Zuliana” “Maracaibo Marginada” “Paraguaipoa”, entre otras. En agosto de 1962, se casó con Teresita Suárez, también maestra, tuvieron cuatro hijos Ricardo, Yaneth, Jorge y Gisela Aguirre Suárez.

 

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