Zidane no entiende la inconstancia del equipo blanco

Siempre ha sabido que iba a ser complicado y así es Zinedine Zidane estaba preparado para sufrir en el banquillo y por ello no está tocado después de la nueva desilusión que le han ‘regalado’ sus jugadores el domingo en Las Palmas, a pesar de la victoria.

El francés nunca se ha escondido detrás de un resultado y es consciente de que el juego de su equipo ha sido realmente deficiente.

Los que le conocen no se han extrañado cuando han visto su enfado en la rueda de prensa después del encuentro en Gran Canariaporque saben que ha querido mandar públicamente a la plantilla el mensaje que ya había transmitido en otras ocasiones en el secretismo del vestuario: “Jugando así no vamos a ninguna parte”, exclamó Zizou tras el pobre triunfo.

Más o menos las mismas palabras que había usado durante el descanso del partido de Liga de hace diez días frente al Celta en el Santiago Bernabéu. Una bronca que sí surtió efecto ya que, durante la segunda parte, el equipo reaccionó, ofreció otra cara y acabógoleando al equipo de Berizzo por 7-1. Zidane no es de los que suelen criticar a los jugadores fuera del vestuario pero, tal y como lo explicó muy bien en una entrevista a France Football en junio de 2015, sabe que a veces es necesario utilizar los medios de comunicación para dar énfasis a un mensaje que no ha sido bien entendido en privado.

Una forma de ‘picar’ a los jugadores y de hacerles entender que, después de tantas alabanzas y de tanta complicidad, él es un técnico que no va a dejar que se tire la temporada. Por respeto al escudo y por respeto a los aficionados.Zidane no quiere relajación ninguna. Su decepción fue enorme al comprobar cómo se jugaron los últimos cuarenta y cinco minutos en Las Palmas. “Es incomprensible”, llegó a comentar a gente de su confianza. Lo que no acepta el míster y lo que se empeña en corregir es que el Madrid no sea capaz de jugar concentrado y con tensión competitiva durante noventa minutos. O fallan las primeras partes o fallan las segundas partes…

Imposible así conquistar la Champions. Tampoco entiende que algunos jugadores sean meros espectadores del juego cuando se pierde la pelota de forma peligrosa para los intereses del equipo. “Hay que anticipar las contras del rival”, repite y repite el entrenador en las charlas técnicas.

Pero es evidente que, a veces, sus órdenes no son respetadas. A Zidane le quedan muchas cosas que hacer para que el Madrid tenga una posibilidad de pelear por la Undécima, peroel técnico francés está muy animado. Después del cabreo mayúsculo del domingo, ha vuelto a su habitual positividad y ya está pensando en el próximo partido frente al Sevilla. Tiene muchas ganas de volver a trabajar mañana con sus jugadores en Valdebebas. Les quiere y confía en ellos. A pesar de estos disgustos…

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