¡Personalidad paranoide! Por  Marlon S. Jiménez García

En escritos anteriores me he referido a los problemas psicopatológicos que padece el “engendro heredero”, y sin ser un experto en la temática, por simple deducción lógica, podemos asegurar que tiene un desfase en su personalidad que causa preocupación a todos los venezolanos. Las reacciones desmedidas de este señor son sin duda anormales. No le importa ni el momento, ni la hora, ni el escenario para proferir groserías e insultos a quien se manifieste contrario a sus intereses: parece un guapetón de barrio y no lo que es. Este Señor, que para desgracia de toda Venezuela, está al frente del poder .al igual como lo hacía el “comandante eternamente enterrado”- utiliza su programa de radio para decir cuanta sandeces se le ocurre: ahora no existe una GUERRA ECONÒMICA sino una GUERRA PSICOLÒGICA, cambió de parecer en un santiamén después de pasar dos años hablando del tema; más de una veintena de veces, sin presentar una prueba, acusa al Presidente Uribe de autor intelectual del asesinato de Robert Serra y de dirigir una banda de sicarios y criminales, para hacerle daño a su régimen; asimismo indicó, que si la oposición gana las elecciones a la Asamblea Nacional, él saldrá a la calle a defender al pueblo y la revolución, y habrá violencia y muertes como lo ocurrido el 27 de febrero de 1989 y acotó, que si lo sacan de la presidencia se va a armar un cataclismo mundial.

 

El engendro heredero presenta los síntomas de una anormalidad psíquica de “personalidad paranoide”. Esta según Ferraras – Rozman (med. Int. Vol. II) se caracteriza por “la desconfianza, el recelo y la tendencia a los pleitos e intrigas. La desconfianza deriva siempre de una tendencia crónica a inferencias arbitrarias o distorsionadas respecto a las intenciones de los demás. En condiciones de equilibrio suelen adoptar una conducta extremadamente normativa y ser intransigentes con los demás cuando no se adhieren a sus tendencias. Dado que temen constantemente ser engañados o traicionados, elaboran pruebas para refrendar sus influencias, tornándose con facilidad  en pleitistas y laboralmente conflictivos. En grandes extremos desarrollan delirios paranoides de persecución, celos y se vuelven hipocondríacos y megalómanos”.

 

Además la “personalidad paranoide” genera síntomas como el egocentrismo, narcisismo, excesivo mecanismo de proyección, incapaces de admitir errores o de aceptar críticas.

 

El engendro heredero amerita por su “personalidad paranoide” un estudio psicopatológico que determine a ciencia cierta el carácter repulsivo de su acción, sobre todo en su relación con los demás. ¿Una persona que sufre de eso está en capacidad de gobernar? Claro que NO, pero como el régimen está conformado por una cofradía de bribones y cuidapuestos es imposible que se puedan tomar acciones legales al respecto. El artículo 233 de la CNRBV dispone que el Presidente de la República debe separarse de sus funciones, si una junta médica, nombrada por el TSJ, certifica que padece una incapacidad física y mental permanente. Esa falta absoluta debe contar con la aprobación de la Asamblea Nacional. Obviamente, esta junta médica debería ser confiable, plural, con participación de académicos y de médicos del sector público y privado. Esta “personalidad paranoide” es el elemento vital de una insania y eso conduce a una inhabilitación de cualquier actividad ciudadana. Es el pueblo entonces quien tiene que reaccionar ante esta locura; no es mañana es hoy. Las elecciones del 6D, donde elegiremos una nueva AN podrá ser, sin duda, un paso gigante para empezar a crear correctivos en la insania del engendro heredero; la AN tiene los mecanismos constitucionales de presión para adelantar las estrategias que conlleven al nombramiento de esa junta médica.

 

DC / Marlon S Jiménez García / Profesor Universitario / Marjimgar54@hotmail.com.

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