Hegemonía comunicacional (Parte II)

Hay que estudiar a Pierre Bourdieu, para entender algunos entretelones del dominio comunicacional del régimen.

Golfredo Dávila / Ingeniero y  Político / @golfredodavila

 

El habla de dominación simbólica y la violencia simbólica, que es una violencia invisible, mediante la cual se imponen categorías de pensamiento y percepción en la gente, incorporan estructuras inconscientes que tienden a perpetuar las estructuras de acción de quien domina, es decir, logran que se aprecie como justo y correcto lo que impone el poder. Decía, que la violencia simbólica es en algún sentido mucho más poderosa que la violencia física.

 

Es un lugar común en la retórica oficialista y en su publicidad el uso de símbolos, ejemplo “tenemos patria”, cosa que no resiste ningún análisis, pero logran colocarlo en la mente de muchos. Su afán por controlar los medios, es para producir y difundir a gran escala las formas simbólicas. Haciendo gala de su dominio, con frases y consignas huecas han vendido el fulano socialismo bolivariano del siglo XXI, cuando en la práctica desarrollan un capitalismo de Estado salvaje, combinado con un modelo de gobierno autoritario diseñado para perpetuarse en el poder. Es una mentira goebbeliana que tiene eco en sectores opositores, y no es para menos, al hacer historia, todos los modelos que estafaron al mundo por autoproclamarse socialistas como el soviético, el chino, el norcoreano y el cubano, desarrollaron el capitalismo de Estado con formas de gobierno fascistas o totalitarias.

 

Hay que agregar los 11 principios de la propaganda nazi de Joseph Goebbels, que son cumplidos a cabalidad por el régimen, veamos sólo dos de ellos: el Principio de la transposición, cargar sobre el adversario los errores o defectos propios, responder el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan” y el de la exageración y desfiguración que se basa en convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

 

Otra forma de dominio comunicacional, es el uso de la contra información, los trapos rojos que conocemos, se quedan cortos ante los planes perversos del G2 cubano que actúa a sus anchas, por su larga experiencia en espionaje y su marcada influencia en el régimen. Veamos como pescan incautos con el laboratorio de rumores; se infiltran en grupos opositores, generan falsas noticias, provocan conductas extremas en los ciudadanos, similares a grupos radicales del gobierno, para aislarlos y reprimirlos. Crean la sensación de invencibilidad de un régimen que, además, cuenta con mil maneras de torcer resultados adversos, para desmoralizar al adversario y/o convencerlo de que es imposible derrotar al régimen por la vía pacífica y electoral. Generando con ello, fisuras y contradicciones en el seno de la oposición. Un rumor muy escuchado fue aquel “a Maduro le quedan unos días en el poder” algunos hablaban de meses, les sirvió para alimentar falsas expectativas, desesperación, cortoplacismo y luego decepción. Disfrutan con divulgar lo que la gente desea escuchar, observen como algunos todavía difunden los vaticinios del charlatán Reinaldo Dos Santos.

 

DC/Ing. Golfredo Dávila / @golfredodavila

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