Cuando dormir no significa descansar

Tu rutina diaria podría estar interfiriendo con una buena noche de sueño. El estrés, las prisas, el trabajo y los problemas te desgastan demasiado y lo que más quieres hacer es dormir para reponerte y enfrentar al día una vez más. Sin embargo, irónicamente, estos mismos factores hacen que no descanses bien y en vez de despertar descansada, tu pila no está recargada… círculo vicioso.

Cambiar tus obligaciones y responsabilidades no es fácil, pero sí puedes modificar algunos factores extra que promueven tus noches de desvelo. Combátelos para que sea más fácil descansar aún cuando sabes que te espera una montaña de trabajo al día siguiente.

Despídete de:

Cafeína. Además de que se le conoce por quitarte el sueño, incluso si sí logras conciliarlo ésta mantiene activa tu vejiga, por lo que es posible que te pares varias veces en la noche. Si no puedes despertar sin tu café de la mañana, evita la cafeína (café, refresco, té negro, etc) a partir de las 2 de la tarde para que logres eliminarla.

Cigarros. La nicotina estimula el sistema nervioso, lo cual te mantiene con los ojos en blanco. Si dejar el cigarro no es opción para ti, por lo menos no fumes 2 horas antes de irte a la cama.

Alcohol. Esa copita que mucha gente usa para conciliar el sueño… malas noticias… puede ser contraproducente. Aunque efectivamente hace que se cierren tus ojitos, evita que concilies el sueño al 100% y sigues pensando aún cuando estás dormida.

Electrónicos. Televisión, teléfono, compu… todo esto sácalo de la recámara. Para que tu mente se apague no debes distraerla antes de dormir.

Temperatura. Sin llegar a que esté frío es mejor un cuarto fresco para conciliar el sueño. El calor es un destructor.

Agrega a tu rutina:

Ejercítate. El ejercicio aeróbico, tipo correr, nadar, spinning, promueve que duermas profundamente. Eso sí evita hacerlo dos horas antes de ir a la cama.

Hábitos. En lo que acomodas tu sueño despiértate siempre a la misma hora (hasta los fines) y duérmete igual para que tu cuerpo se acostumbre a dormir. Ah! Y dile bye bye a las siestas, a menos que la hagas a la misma hora diariamente y con la misma duración (de 15 a 20 mis).

Aíslate. Usa tapones para dormir y coloca cortinas gruesas para que no entre la luz, así no habrán distractores externos.

Sonidos. Muchas personas encuentran bastante relajante el sonido de la naturaleza o de algún ruido constante. Inténtalo, hay varios CDs justo para eso.

 

Veintitantos/DC

 

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