Los venezolanos y la guerra de maniobras, por Johnny Galue (@COOTUR)

“Los expertos son capaces de obtener la victoria sin necesidad de ejercer su fuerza»

Sir Basil Henry Liddell Hart (1895-1970) fue un militar inglés, historiador y teórico de la guerra. Se le reconoce una gran influencia sobre la teoría de la guerra con vehículos blindados, influencia que se extendió incluso a militares alemanes de la talla de Erich von Manstein y otros.
En una de sus obras, “El Africano» (1926), los Grandes Capitanes (1927) y Sherman (1929) defendió una posición a favor de la guerra de maniobras tendiente a lograr sus objetivos por medio de una aproximación indirecta.

Señala, que los profetas tienen que ser lapidados expresa, ése es su destino y la prueba del cumplimiento de su misión. Pero un líder, que termina lapidado solo demostrará que ha fallado en su función por una deficiencia de su sabiduría, o por confundir su función con la de un profeta. Evitar el ataque frontal, a una posición largamente establecida. En lugar de ello, señala, la búsqueda de la forma de rodearlo por el flanco, de modo tal, que quede expuesto, el lado más penetrable al impulso de la verdad. Pero, en toda esta clase de aproximación indirecta, tenga, la estrategia de la Aproximación Indirecta, cuidado de no apartarse de la verdad, porque no hay nada más fatal para su verdadero avance que caer en la mentira.

El 88% de los venezolanos, se preparan, para matar, con un cuchillo prestado, o que su contrincante lo hagan por ellos, utilizando los recursos ajenos en provecho propio. En vísperas de la invasión de la Unión Soviética, los servicios de inteligencia alemanes, proporcionaron a los soviéticos pruebas inventadas de que el mariscal ruso Mijail Tujachevski conspiraba contra Stalin. Como consecuencia, los mismos soviéticos ejecutaron a Tujachevski y a otros siete mariscales que Alemania consideraba obstáculos esenciales para la inmediata invasión. Mientras que el régimen, se relaja, sectores de la oposición se agotan así mismos.

Algo es familiar, en el escenario político venezolano, que es conocido, “la mujer supera al hombre en tranquilidad, lo que parece blando y flexible puede ser fuerte y firme, mientras lo que parece, invencible puede ser débil. El sauce se pliega al viento y se mantiene en pie, el robusto roble se quiebra y cae. El agua se adapta a cualquier terreno, pero desgasta la roca más dura.

El ejército que llega antes al campo de batalla y espera al enemigo está descansado y gana la iniciativa, mientras que el ejército que llega tarde y se lanza a la batalla está cansado y se ve forzado a adoptar una posición pasiva. Si ves que los enemigos muestran ardor, espera a que éste se aplaque y se vean abrumados bajo el peso y el fastidio de la fatiga.

Pero el Manual de “La estrategia de aproximación indirecta” de Liddell Hart, es su predilecto, que describe cómo ganar batallas, nunca planeando un ataque frontal, siempre haciendo movimientos de aproximación, sin hostigar al centro de poder del adversario ni obligarlo a defenderse, es condición para dispersar a la tropa. Dice Hart: “Aunque la guerra es contraria a la razón, pues es un medio de llegar a una solución por la fuerza cuando el debate no consigue producir una solución acordada, el desarrollo de la guerra debe ser controlado por la razón si se quieren alcanzar sus objetivos, ya que: 1) Aunque luchar es un acto físico, su dirección es un proceso mental. Cuanto mejor sea la estrategia, más fácil y menos costoso será conseguir el objetivo. 2) Por el contrario, cuanta más fuerza se invierte, más aumenta el riesgo de que el equilibrio de la guerra se vuelva en contra; e incluso si se consigue la victoria, menos fuerzas quedarán disponibles para aprovechar la paz. 3) Cuanto más brutales sean los métodos, más resentidos estarán los enemigos, con lo que, naturalmente, endurecerán la resistencia, que se trata de vencer; por lo tanto, cuanto más emparejados en fuerza estén ambos bandos, más inteligente será evitar extremos de violencia que tiendan a consolidar las tropas y el pueblo enemigo tras sus líderes. 4) Estas consideraciones se amplían aún más. Cuanto más se intenta aparentar imponer una paz totalmente propia, mediante la conquista, mayores son los obstáculos que surgirán por el camino.

La fuerza, dice Hart es un círculo vicioso, o mejor, una espiral, salvo que su aplicación esté controlada por el cálculo más razonado. Así, la guerra, que comienza por negar la razón, viene a reivindicarla a lo largo de todas las fases de la lucha.

 

DC / Dr. Johnny Galué / Abogado, Político / @COOTUR

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