Hipersensibilidad de batalla, por Eugenio Montoro

La reacción en la piel de algunas personas a ciertas sustancias o la ingesta de alimentos que causan unos efectos prontos y extraños comúnmente las llamamos alergias y es parte, en lo anatómico, de la hipersensibilidad.

También el término viajó al mundo de la mente para explicar emociones especiales relacionadas con el placer y eldolor. Las personas con alta sensibilidad emocional son capaces de intuir y captar detalles que para la mayoría pasan desapercibidos ypareciera que la oposición al régimen venezolano ha desarrollado algo así.

Evidentemente mucha de la sensibilidad emocional es producto del aprendizaje. Algunas personas se aterran de ver una de esas grandes mariposas marrones bajo la creencia de que traen mala suerte o desgracias y hasta su organismo se altera de manera importante. Quizás por aquello de que el picado de culebra cuando ve bejuco salta, la oposición está sensible, vigilante y respondona a cualquier detalle que parezca no sintonizar o aparente ir en contra de su batalla para sacar a Maduro y sus pillos.

Al gobernador de Lara, quien se muestra guabinoso en las declaraciones, sus paisanos le hicieron una “pita” enorme durante una marcha. A Manuel Rosales lo destrozan diariamente con comentarios de haberse vendido al régimen para obtener favores. Al Papa Francisco lo tienen como gata ladrona y muchos comentaristas le tiran peñonazos por declarar que los causantes de los problemas en Venezuela somos los de oposición. Así que no es extraño que el anuncio de Maduro de convocar a una constituyente comunal (¿) truculenta fuese recibido con desprecio, cacerolazos,trancas y marchas de gente muy enojada.

No hay duda que estamos hipersensibilizados pues la muerte de jóvenes y la violencia de la represión van directo a nuestro cerebro reptil y hacen aparecer los deseos de venganza. Así que, la pregunta genuina para estos tiempos sería si debemos tomarnos una píldora para mitigar nuestra sensibilidad y actuar con mayor serenidad y racionalidad.

No veo sentido en buscar calmarnos y “portarnos bien”. Venezuela ya no quiere ni admite a estos malhechores en el gobierno con una capacidad inaudita para la mentira y el “tapareo”. Han hecho flecos al País con un efecto directo en cada ciudadano. Violan la Constitución como el que escupe y las acusaciones de narcos y corruptos están por todas partes.

No hay razón para decirle a los ciudadanos que se calmen. Arrecharse es ético cuando se requiere. Hasta Jesús le entró a mamonazos a los mercaderes que invadían el templo. Los venezolanos claro que estamos hipersensibilidados y pobre de aquél que se ponga en el medio. Nada nos detendrá. Llegamos al llegadero.

En estos tiempos, no importa la edad, tenemos que volver a llenarnos del impetuoso espíritu de la juventud y asumir sin temores su enorme corazón de lucha por la libertad. La unión de Venezuela ya se dio y todos estamos de acuerdo en terminar con este régimen farsante. Vamos pues a hacerlo de una buena vez.

Viva Venezuela

DC/ Eugenio Montoro / montoroe@yahoo.es