¿Convivencia o Fratricidio? Por Alfonso Hernández O. (@AlfonsoZulia) 

Al momento de escribir este artículo 35 personas han muertos desde que iniciaron las protestas en distintas ciudadades del país, producto de las manifestaciones de calle, convertidas en batallas campales entre sectores de la oposición descontenta, ciudadanía, cuerpos de seguridad del Estado y  afectos al Gobierno. De igual forma se registran más de 600 heridos, centenares de detenidos y otros bajo arresto.

Las razones han sido manifiestas, a la fecha el Consejo Nacional Electoral, no se ha pronunciado sobre las elecciones a gobernadores y alcaldes, vencidas las primeras y previstas las segundas para este año; la situación de los presos políticos ye inhabilitaciones; las sentencias emanadas por el Tribunal Supremo de Justicia, violando la separación de poderes, la autonomía de la Asamblea Nacional y la inmunidad parlamentaria; la marcada polarización política; el retiro de Venezuela de la OEA; la crisis país caracterizada por la alta inflación, escasez, inseguridad, las muertes de las protestas y lo más reciente el anuncio del Presidente Nicolás Maduro de convocar una Asamblea Nacional Constituyente, en un proceso confuso ante la forma de cómo serán elegidos los asambleístas.

Ante este escenario, los líderes de los partidos políticos se han pronunciado de mantenerse en las calles protestando, se han reeditado las guarimbas del 2014, dejando muertos y heridos, producto de las barricadas, se han generado saqueos a comercios y supermercados, en fin el caos se ha apoderado de varias ciudades del país y la represión ha sido brutal por parte de los efectivos policiales y de la Guardia Nacional.

En tal sentido la anarquía se ha ido apoderando de las calles venezolanas, y pareciera que la situación tiende a agravarse, ya que no se visualizan posibilidades de diálogos y acuerdos entre los bandos beligerantes en extremos altamente radicales, comienzan a notarse grupos extremistas que no siguen a ninguno de los líderes de los partidos políticos de la oposición, así como defensores a ultranza del Gobierno que se están enfrentando en posiciones fratricidas, con sesgos de resentimiento y venganza, que podría llevar al país a una guerra civil entre venezolanos.

Descrito en rasgos conclusivos, la situación país que se está viviendo en Venezuela, es menester llamar a la reflexión, a la sensatez, a la prudencia a la clase política venezolana, a regirse por el escenario menos traumático, a parar las muertes de venezolanos, en su mayoría jóvenes de a pie que exigen un mejor futuro; se hace necesario que impere la alta política entre los sectores confrontados, que haya respeto entre las partes, que los poderes públicos asuman su institucionalidad, que se declare el reconocimiento de la Asamblea Nacional hacia el Presidente y viceversa ya que ambas instituciones fueron electas por el pueblo y están en plenas facultades constitucionales y con sus periodos vigentes. No pueden seguir pretendiéndose salidas cortoplacistas, como tampoco aspiraciones de eternizarse en el poder violando el derecho al voto, las únicas elecciones que deben realizarse son las regionales y locales tal como lo establece la Carta Magna.

Por su parte el Presidente ha manifestado la intención de realizar una Constituyente como “una nueva oportunidad para el encuentro y el debate nacional, en donde podremos hallar soluciones a las dificultades de nuestro tiempo”, y que desde la interpretación de cada uno de los sectores puede ser considerada válida o no, según lo que establecen los artículos 347,348 y 349 de la CRBV; sin embargo considero que el Presidente si puede solicitarla ante el CNE, pero quienes decidimos sobre sus bases y aprobación o no, somos el pueblo soberano a través del voto secreto y universal.

Finalmente, el tema en cuestión no está en reformar leyes o enrumbar al país por un camino distinto a nuestro Pacto Social que está reflejado en la Constitución de 1999. El país lo que requiere urgentemente es la concordia de la clase política, para erradicar la violencia y neutralizar a los radicales que pretenden incendiar a Venezuela a cuesta de mantenerse en el poder o tomar el gobierno; el país requiere de mucha conciencia civilista que marque las pautas para la convivencia política, evitando a toda costa, el fratricidio.

 

DC / Alfonso Hernández Ortiz / Consultor Organizacional / ahoconsultoria@gmail.com / @AlfonsoZulia

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