NASA desarrolla submarinos espaciales para estudiar mares y lagos de otros planetas

La NASA trabaja en el desarrollo de submarinos espaciales con el fin de analizar las aguas de los lagos y mares que se han encontrado en otros planetas y satélites.

Según informa la BBC, la NASA ha diseñado ya un submarino destinado a investigar el mar de Titán, una masa de agua más grande que el Mar Caspio y que, según apuntan los expertos, es muy parecido a los aparatos que se usan para la Tierra.

Sin embargo, este trabajo implica muchos retos para los ingenieros, entre ellos, que estos mares y lagos no son, habitualmente, de agua, sino de metano, etano o nitrógeno, entre otros elementos hallados. Además, hay que contar también con el tamaño y la profundidad de estos embalses. Del mismo modo, el diseño del aparato deberá caber en un vehículo de lanzamiento y ser autónomo a la hora de trabajar.

En este sentido, los científicos también apuntan que las señales microondas y de radio son absorbidas con facilidad por los océanos, por lo que los submarinos tendría que salir a la superficie varias veces para enviar señales de vuelta a la Tierra.

En cuanto a la energía, los expertos señalan que no servirían los paneles solares que actualmente se utilizan en las sondas. El Kraken Mare, el mar de Titán que buscan estudiar, tiene unos 30 a 40 metros de profundidad, pero se cree que en algunas zonas alcanzan 150 metros. Por ello, en un estudio reciente, ingenieros investigaron la posibilidad de utilizar reactores nucleares compactos y células de combustible, pero concluyeron que eran demasiado pesados.

En su lugar, propusieron que la electricidad podía generarse a partir de la desintegración radiactiva de plutonio, una técnica similar a que se utilizó con la sonda espacial Cassini.

Al contrario que los océanos de la Tierra, el metano líquido de Titán tiene la mitad de densidad del agua y la gravedad de ese satélite es siete veces más débil que la Tierra, parecida a la de la Luna. Así que los submarinos que se sumerjan a 150 metros en los océanos de Titán no necesitarán someterse a la misma presión de la Tierra.

CONTROL DE TEMPERATURA

Pero, según indican la NASA, quizás lo más difícil es controlar la temperatura dentro del submarino. Incluso cuando en un mar está a -180ºC, la desintegración radiactiva de plutonio produce mucho calor, que necesitará ser amortiguado.

Además, apuntan que, si el objetivo es Europa —uno de los satélites de Júpiter— la dificultad aumenta ya que su océano está formado de agua salada y se encuentra bajo una costra de hielo de varias decenas de kilómetros. El aparato también tendría que estar preparado para poder romper esa capa de hielo.

A pesar de todos estos obstáculos, las intenciones de la NASA, según ha señalado la propia agencia, es llegar a tener estos vehículos preparados a mediados de la década de 2040.

DC|NP

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