La Memoria y Cuenta, por Luis Acosta

El Presidente de la Nación tiene la obligación de presentar anualmente: La cuenta de su trabajo en el ejercicio que termina. Lo ideal es que esa cuenta se pragmatice mediante los cuadros gráficos que facilite y explique los resultados y las formas de realización. De suerte que la Asamblea se le entrega esta cuenta escrita, además, de los gráficos para poder ser analizada y no adivinada ante una presentación oral en lo mayor de su contenido. Al fin y al cabo no se trata de discursos, sino, de evaluar el rol de la cuenta.

En efecto, un analista político no puede salirse de ese camino porque aun cuando se acepte un comentario ligero; una cosa es comentarlo y otra, anotar lo que se hizo y como se logró. De suerte que la Democracia no ha ganado nada con la cuenta de Maduro y sí gano la democracia con la formidable votación de un pueblo que se sintió abrumado y abusado y que durante años no ha tenido que comer ni con que comprar ni en quien confiar ante unas Instituciones Publicas comprometidas y peor, sin ningún basamento o principio Democrático. Luego, tampoco ha ganado el Presidente Maduro que si bien le dejaron un gobierno pésimo y quebrado. El siguió con iguales extremos por amistad y amor con el Ex presidente pero, perjudicando con largueza el noble pueblo que los persiguió y siguió a los dos en la primera de cambios con hidalguía y sinceridad.

Asi las y los analistas políticos se olvidan de todo esto y no miden, en el mejor momento, los detalles honestos de su valoración y participación cuando el más ganador de la toma de la Asamblea ha sido: Ramos Allup. El cual con firmeza, seriedad y plena honestidad y objetividad ha llamado “al pan pan y al vino vino” con un gran tino político y una perspicacia exacta y guapa como no se recuerda en los anales históricos y nacionales. Por otro lado, salpicado de consideraciones elocuentes de fácil entendimiento y espectacularidad en dicción y razón; que ha dejado mudos a media humanidad continental cual intervención llena de un conocimiento general del meollo; que solo los dedicados acumulan en el tiempo.

Creíamos en la fuerza y el coraje de Henry pero, no habíamos medido que sabía tanto y analizaba con grandeza sin ventaja; el examen completo al minuto después de terminar el Presidente su alocución. Es mezquino no darle 21 puntos. Por una parte, puso las cosas en su lugar. Trato al Presidente con extremo respeto. Le enseño pedagogía y academia jurídica y legislativa y dejo perplejos a Diosdado y Carreño “El Dúo Dinámico” de la bancada oficial sin dejar de incluir al bellaco y malcriado jefe de la fracción Bolivariana que cree que el valor y la fuerza de la juventud es faltar el respeto.

Entonces, lo que si se dejó plasmado, comprobado y establecido es  que Henry Ramos Allup está preparado – en lejanía – al comparar su profundidad social y política contra el promedio representativo de la bancada oficial y  estos momentos únicos y naturales son: Cuando los analistas deben lucirse hablando con la verdad nacional más, cuando: “ la labor del gobierno ha sido tan mediocre y abusadora como nunca ningún otro en la historia del País”

DC / Luis Acosta / Artículista