En crisis emergencia del Centro Médico de la Universidad de Los Andes

La escasez de insumos, medicamentos y de recurso humano mantiene en crisis a la emergencia del Centro Ambulatorio Médico Integral de la Universidad de Los Andes (Camiula), ubicado en la avenida Urdaneta de la ciudad de Mérida y al cual asisten una considerable cantidad de pacientes.

«Es una grave crisis la que afronta la emergencia del Camiula», aseguró Robert Lobatón, director del centro asistencial, quien dijo con preocupación que no cuentan con suficiente solución fisiológica, pues hay apenas tres que se usarán para estrictas emergencias.

Lobatón señaló que aun cuando se contaba con el dinero para la adquisición de insumos, no se pudieron comprar debido a que no se encuentran en el mercado farmacéutico nacional.

«Hay unos insumos médicos de uso estricto en la emergencia para funcionar, los cuales no se han podido conseguir para aumentar el inventario, esos son Diclofenac, Ketoprofeno en ampolla, Metoclopramida Buscapina y una serie de medicamentos que son necesarios para combatir cualquier tipo de patología frecuentes en muchos pacientes», aseguró.

Las inyectadoras, de las que apuntó subieron de precio de manera exorbitante porque de 3 bolívares pasaron a costar casi 60 bolívares, Lobatón manifestó que se limita su uso porque tampoco hay suficientes.

Reconoció el director del Camiula que no hay yelcos, catlones, entre otros insumos que se utilizan en las áreas de hospitalización de la emergencia constantemente y que incluso para el mismo paciente son difíciles de conseguir en las farmacias, «porque hay escasez de estos productos en el ámbito nacional», recordó.

Robert Lobatón dijo que esa escasez coloca en terapia intensiva a la emergencia del Camiula y advirtió que de no mejorar la situación, habrá que suspender el servicio de Emergencia.

No hay personal

De la falta de personal en la emergencia del Camiula, el director del centro de salud apuntó que no se ha conseguido personal capacitado para la suplencia de la temporada decembrina.

«Quienes regularmente hacían este trabajo, se han ido  de postgrado o fuera del estado a otros lugares donde perciben mejores sueldos en clínicas privadas, porque en realidad el Camiula ofrece unos sueldos muy bajos», dijo con preocupación.

Para solventar la falta del recurso humano, Lobatón manifestó que conversa con la Dirección de Personal a fin de poder seguir prestando el servicio de salud.

DC/EU

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