Suiza: Gladiadores como piezas de ajedrez (Grupo E)

Todos los equipos de fútbol por lo general suelen tener en el terreno de juego dos virtudes características en sus jugadores y posiciones: El musculo y el talento. Son pocas las escuadras que pueden presumir de tener todo un once inicial en el que cada uno de sus jugadores sea pura musculatura, pura calidad técnica, o ambas cosas.  Sin embargo, en este mundial encontramos una selección que parece más de Rugby que de futbol, y esta es la de Suiza.

SuizaEl combinando representante del país de los relojes, el chocolate, los bancos, y Roger Federer, ha visto como en los últimos años, ha prevalecido como sello de casa, la presencia de jugadores corpulentos y de talento muy común (a excepción de Shaquiri) que para sorpresa de propios y extraños suele terminar en los primeros lugares de cada eliminatoria que disputan. La clave no ha sido más que la transformación de estos futbolistas, en  piezas de ajedrez comandadas por uno de los mejores ajedrecistas de la historia del fútbol: Ottmar Hitzfeld.

Quien fuese campeón de Champions League con el Borussia Dortmund y el Bayern Munich, ha hecho de Suiza una selección cuyos rivales más  difíciles para enfrentarse son irónicamente los más fáciles (en teoría) y los más asequibles son los más poderosos. Si bien se ve como algo increíble viéndolo de esta forma, el sentido de esta condición tan extraña, se reduce en el poderío que presentan los helvéticos en defensa, balones parados, y contragolpes; armas que suelen ser mortíferas contra equipos que por ser mejores saldrán al ataque (ejemplo de esto sería el partido contra España en el mundial pasado) pero débiles ante equipos conservadores.

Más allá de esta virtud y este defecto, la verdadera perfección de la que puede presumir este equipo, y por la cual han tenido tanta regularidad en clasificaciones a competiciones importantes, es el orden que muestran en cada una de sus líneas, y la manera en la cual tienen perfectamente sincronizados todas los pormenores y variantes tácticas de su entrenador, situación por la cual sería difícil contar con una derrota de Suiza gracias a un error propio, en vez de virtudes del rival, o la mala suerte (como algún autogol, o una tanda de penales, por ejemplo).

Los helvéticos se han caracterizado a lo largo de su historia futbolística por presentar pésimas actuaciones a nivel de clubes, y decente desenvolvimiento a nivel de selección nacional, llegando a clasificar a varios mundiales (este sería el tercero consecutivo)  y varias eurocopas, dejando siempre la sensación de que podía llegar un poco más lejos. Su mejor actuación en la historia, se produjo en el mundial celebrado en su casa en 1954, en el cual llegaron a los cuartos de final, y más recientemente, lo conseguido en el de Alemania 2006, en el que llegaron a octavos, siendo eliminados en penales, y sin haber recibido un gol en todo el torneo.

La actualidad de dicho conjunto está enmarcada por jugadores como Shaquiri y  Lichsteiner, pero indudablemente, las esperanzas están puestas en que el ajedrecista mueva bien sus piezas, perdón, sus gladiadores.

Fortalezas: Disciplina táctica, efectivos en los balones parados, y certeros en los contragolpes.

Debilidades: Dificultad a la hora de abrir espacios y encontrar huecos contra buenas defensas.

Luis Orozco/@DiarioContraste

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