Elegía de la democracia venezolana

Estoy convencido que el principal culpable de ese suicidio es Caldera. De lo que no estoy seguro es de si tendré que confesarme por no desearle el QEPD; la verdad deseo que esté en el infierno, por haber llevado a Venezuela a donde está.

Igual de iconoclasta soy respecto a la dirigencia “democrática” o MUD. Está bien que hayan creído que Chávez podría ser la salvación de Venezuela, (todos tenemos el derecho a equivocarnos), pero que una vez que los hechos demuestren lo contrario se empecinen en no ver la realidad es imperdonable.

Para mí el pecado original se cometió a pocos meses de haber tomado Chávez el poder cuando tomó militarmente el Congreso. Quisiera que se me dé un solo ejemplo de que los militares tomen el Congreso de un país y los mismos congresistas piensen que siguen en democracia: pues todos, salvo dos bellas  y heroicas mujeres así lo hicieron, denunciando lo ocurrido y saltando las rejas del Congreso ante las balas de los militares. Ese acontecimiento me llevó a renunciar a la  militancia  y dirección nacional de mi partido COPEI (Democracia Cristiana) y a salir ipso facto del país previendo lo que actualmente sucede.

Errores iniciales. Pero que todavía los dirigente de la oposición digan que “ hay que preservar la democracia”… ¿Cuál democracia?. Por eso, si en el 99 presumía que la democracia estaba agonizando, hoy definitivamente estoy convencido, que POR AHORA está muerta, y de allí esta elegía.

La democracia venezolana solamente puede revivir cuando se copie el modelo de la lucha que se adelantó contra la dictadura de Pérez Jiménez. Mientras se crea que cobijándose bajo tutela de poderes usurpadores ( sobre todo el electoral), se acepte el fraude sin chistar , se“ piense” y se diga que “Venezuela es el mejor país del mundo” -aunque circulen muchos millones de dólares y privilegios políticos cuando se va a hacer una necesidad fisiológica no hay papel higiénico-, habrá dictadura con Chávez, con Maduro o con cualquiera de su círculo  pues en la oposición no se vislumbra nadie que hable claro.

Es que sencillamente como lo señala la analista Anastasia O´Grady “las dictaduras se caen cuando las masas se vuelven en contra de ellas 67,5% de los venezolanos no creen que se hayan beneficiado de los ingresos petroleros del país durante el gobierno de Chávez, eso representa una oportunidad para la oposición, a menos que, por supuesto, quieran preservar el sistema actual para sus propios propósitos y sólo cambiar a los actores…”