El próximo año no se vislumbra como un período de grandes retornos, según un informe de Goldman Sachs dirigido a inversionistas, que presenta su proyección económica para 2026. La firma señala un crecimiento global moderado, con inflación en proceso de normalización y un ciclo de recortes de tasas muy gradual.
Estados Unidos experimentará una desaceleración sin caer en recesión técnica, mientras que Europa mostrará un avance tímido. Los mercados emergentes podrían beneficiarse de la debilidad del dólar, aunque enfrentarán altibajos. El principal riesgo no es un colapso repentino del crecimiento, sino que la inflación demore más de lo esperado en regresar a niveles manejables, lo que podría empujar a los bancos centrales a mantener tasas de interés altas durante gran parte del año.
En este escenario, Goldman Sachs destaca la renta fija de alta calidad. Los bonos soberanos ofrecen mejores rendimientos reales que en años anteriores, y se consideran una opción segura y diversificada, especialmente si los recortes de tasas son lentos. La deuda corporativa con grado de inversión aparece como un balance entre riesgo y retorno, mientras que los bonos de alto rendimiento se tornan menos atractivos tras varios meses de ajustes en los diferenciales.
En cuanto a la renta variable, se recomienda cautela, priorizando empresas con balances sólidos y flujos de caja estables, así como involucradas en tendencias como tecnología y eficiencia energética. Para los mercados emergentes, se identifican oportunidades en países con fundamentos fiscales fuertes y políticas monetarias relajadas.
En materias primas, la perspectiva es prudente, con precios que no deberían dispararse sin un crecimiento acelerado. La estrategia sugerida es armar portafolios enfocados en calidad, liquidez y diversificación, priorizando la disciplina sobre la audacia.
DCN/Agencias