
Reloj del Titanic se Vende por Cifra Récord en Subasta
Un reloj de bolsillo de oro, que perteneció a Isidor Straus, un pasajero del infame Titanic, fue subastado por la impactante suma de 1,78 millones de libras, lo que equivale a alrededor de 2 millones de euros. Este evento tuvo lugar en una subasta organizada por Henry Aldridge & Son Auctioneers en Devizes, Inglaterra, y se llevó a cabo en la noche del 22 de noviembre de 2025.
El reloj, hecho de 18 quilates, fue encontrado en el cuerpo de Straus tras el hundimiento del barco el 14 de abril de 1912. Isidor, quien viajaba en primera clase, murió esa trágica noche junto a su esposa, Ida. Se cuenta que ambos decidieron no separarse, siendo ofrecidos asientos en un bote salvavidas, pero Straus insistió en que otros hombres debían ser rescatados primero. La última vez que fueron vistos, estaban juntos en unas tumbonas, enfrentándose a su destino.
Este objeto histórico marcó un nuevo récord en subastas de memorabilia del Titanic, superando el anterior que se había establecido el año pasado, cuando un reloj similar, entregado al capitán de un barco que salvó a más de 700 pasajeros, se vendió por 1,7 millones de euros. De acuerdo con Andrew Aldridge, dueño de la casa de subastas, el elevado precio refleja el interés perpetuo que genera la historia del Titanic, que se hundió en el océano Atlántico tras chocar con un iceberg, mientras cubría la ruta entre Southampton y Nueva York.
Aldridge también destacó que la historia de amor entre los Straus es conmovedora y digna de admiración. La decisión de Ida de no abandonar a su esposo durante la tragedia ha dejado una huella imborrable en la memoria colectiva, lo que contribuye a la incesante curiosidad que la historia del Titanic sigue generando hasta el día de hoy.
Este increíble remate de un símbolo de amor y tragedia nos recuerda las devastadoras pérdidas del hundimiento, que cobró la vida de alrededor de 1.500 personas aquella fatídica noche. La vuelta de este reloj a la historia a través de su subasta resuena en el respeto y la admiración que aún se les rinde a los que vivieron esa épica tragedia.
DCN/Agencias