
El ministro del Poder Popular para el Ecosocialismo, Ricardo Molina, destacó que los esfuerzos del Estado venezolano en la gestión ambiental se han visto impactados por las Medidas Coercitivas Unilaterales. Durante su intervención en el Tercer Diálogo Ministerial de Alto Nivel sobre Financiación Climática, en el marco de la COP30 en Brasil, enfatizó que cualquier financiamiento climático debe ser incondicional y no utilizado como un medio para controlar a naciones soberanas.
Molina subrayó que para abordar la crisis climática, es fundamental adoptar el principio de «responsabilidades comunes pero diferenciadas». Criticó la escasa financiación proveniente de los países del norte global, señalando que esto ha obstaculizado la implementación de soluciones en las naciones más vulnerables. Hizo un llamado a establecer un diálogo abierto y constructivo sobre esta situación.
En relación a la gestión ambiental en Venezuela, el ministro mencionó que, a pesar de las restricciones impuestas, el Gobierno Bolivariano sigue avanzando en el cumplimiento de los compromisos internacionales. Destacó iniciativas como la Gran Misión Madre Tierra Venezuela y la Sexta Transformación (6aT) Ecológica como ejemplos de estos esfuerzos.
Molina manifestó que las sanciones impuestas a Venezuela son violaciones del derecho internacional, especialmente en un contexto que exige el cumplimiento de acuerdos globales sobre cambio climático. Durante su exposición ante la plenaria de ministros de ambiente, instó a mantener coherencia en las acciones para lograr justicia climática. Reiteró que para enfrentar el cambio climático se requiere liderazgo, solidaridad y coherencia.
El ministro concluyó señalando que la paz es un elemento esencial en el proceso de discusión sobre justicia climática, y reafirmó el compromiso de Venezuela con su política de Diplomacia Bolivariana de Paz para construir un mundo más justo y equitativo.
DCN/Agencias