La OMS advierte sobre el peligro letal de las olas de calor y su repercusión en los hospitales

Alberto News – Caracas, 15 de noviembre de 2025. Más de 540,000 personas mueren anualmente debido a olas de calor extremas, un fenómeno que, junto con el cambio climático, está afectando las operaciones de los hospitales a nivel mundial. Un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), elaborado en colaboración con el Gobierno de Brasil, expone que el aumento de eventos climáticos extremos, como incendios e inundaciones, impacta severamente la capacidad de respuesta del sistema de salud.

Presentado en la Cumbre del Clima COP30 en Belém, Brasil, el estudio señala que uno de cada 12 hospitales en el mundo enfrenta interrupciones o daños por fenómenos climáticos, con un riesgo incrementado en un 41% en los últimos 35 años. Esto resalta la creciente vulnerabilidad del sistema sanitario global ante catástrofes relacionadas con el clima, sumando presión a una infraestructura hospitalaria ya tensionada por emergencias médicas.

Las olas de calor, que son más frecuentes e intensas por el cambio climático, representan un alto riesgo para poblaciones vulnerables como ancianos, niños y personas con enfermedades preexistentes. Estas temperaturas extremas no solo incrementan las muertes directas, sino que también agravan condiciones de salud existentes, incluyendo problemas cardiovasculares y respiratorios.

El informe advierte que, para 2050, se estima que hasta 3.500 millones de personas vivirán en áreas de alta vulnerabilidad a efectos del clima, lo que incluye fenómenos meteorológicos extremos. Asimismo, se señala que el cambio climático afecta no solo la salud física, sino también el bienestar mental, incrementando trastornos de estrés y ansiedad en las comunidades impactadas.

Ante esta amenaza creciente a la salud pública, la OMS hace un llamado a la comunidad internacional para actuar de forma concreta y urgente. Adaptar hospitales y centros de salud a los nuevos desafíos climáticos es fundamental, no solo para salvar vidas, sino también para asegurar un funcionamiento continuo del sistema de salud durante y después de desastres. La COP30 en Brasil se presenta como una oportunidad para priorizar la salud en las políticas de acción climática de los gobiernos y organizaciones internacionales.

El informe concluye que, aunque no es posible detener el cambio climático de inmediato, se puede mitigar su impacto con acción coordinada y el desarrollo de infraestructura resiliente, lo que es vital para la salud de millones, especialmente de los más vulnerables.

DCN/Agencias

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