
Lyle y Eleanor Gittens: Un Matrimonio que Desafía el Tiempo
Lyle y Eleanor Gittens, con 108 y 107 años respectivamente, han hecho historia al convertirse en la pareja casada más longeva del mundo, acumulando un impresionante total de más de 216 años de vida juntos. Su secreto, según ellos mismos, es simple: “Nos amamos”.
Una Historia Forjada en Tiempos Difíciles
La historia de amor de los Gittens comenzó en 1941, en la Universidad Clark Atlanta, donde Lyle, un destacado jugador de baloncesto, conoció a Eleanor. Se dieron el ‘sí, acepto’ rápidamente el 4 de junio de 1942, justo cuando la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo. Lyle tuvo que pedir una licencia de tres días de su entrenamiento militar en Fort Benning, Georgia, para poder casarse.
No pasó mucho tiempo antes de que su amor se viera desafiado por la distancia, cuando Lyle fue enviado a Italia con la 92 División de Infantería. Mientras él defendía a su país, Eleanor permanecía en casa, esperando el nacimiento de su primer hijo a través de cartas que mantenían vivo su lazo.
Después de la guerra, se establecieron en Nueva York y comenzaron a construir su familia.
Compromiso y Educación: La Clave del Éxito
La vida de Lyle y Eleanor es un ejemplo de dedicación y crecimiento continuo. Ambos se comprometieron a la educación y el servicio a lo largo de sus vidas. Un detalle impresionante es que Eleanor, lejos de retirarse a descansar, obtuvo su doctorado en Educación Urbana a los 69 años, demostrando que nunca es tarde para aprender.
Actualmente residen en Miami, Florida, cerca de su hija. A pesar de su avanzada edad, continúan disfrutando de la vida juntos, alimentando su amor con música clásica y conversaciones memorables, mientras rememoran épocas difíciles como la Gran Depresión y las guerras mundiales.
Cuando se les pregunta sobre el secreto para un matrimonio tan duradero, sus respuestas son sencillas. Eleanor dice: “Nos amamos. Y la paciencia”. Lyle complementa: “Amo a mi esposa. Ella me hace reír”.
Reconocimiento Mundial
El 5 de noviembre, la pareja fue reconocida oficialmente como la más longeva del mundo durante una ceremonia en Miami, gracias a LongeviQuest, una organización dedicada a documentar casos de longevidad humana. Este reconocimiento es un testimonio no sólo de su récord, sino también de una lección de amor y compromiso que trasciende el tiempo.
En resumen, la historia de Lyle y Eleanor Gittens no solo es un récord mundial, sino una inspiradora prueba de que el amor verdadero, la resiliencia y el deseo de crecer juntos son los pilares de un matrimonio exitoso.
DCN/Agencias