
El chocolate es un manjar para los humanos, pero representa un grave peligro para los perros. Esto se debe a la presencia de teobromina y cafeína, dos compuestos que los canes metabolizan de manera mucho más lenta que las personas. La ingestión de chocolate puede causar desde un malestar ligero hasta intoxicaciones severas, e incluso ser fatal.
La teobromina es el componente más tóxico del chocolate para los perros. Su organismo no tiene la capacidad de procesarla eficientemente, lo que provoca que se acumule y genere efectos nocivos. Los niveles de teobromina varían según el tipo de chocolate: el chocolate negro y el cacao en polvo tienen concentraciones más elevadas, mientras que el chocolate con leche y el blanco son menos peligrosos, aunque ninguna cantidad es segura.
Los síntomas de intoxicación por chocolate pueden presentarse entre seis y doce horas tras la ingestión. Algunos de los signos más frecuentes son:
– Vómitos y diarrea
– Jadeo excesivo
– Aumento en la frecuencia cardíaca
– Inquietud o hiperactividad
– Temblores musculares
– Convulsiones
Si un perro consume chocolate, es crucial llevarlo de inmediato al veterinario, ya que los efectos de la intoxicación pueden empeorar rápidamente.
En caso de que tu perro ingiera chocolate, actúa con rapidez. Llama al veterinario y proporciona detalles sobre el tipo y la cantidad de chocolate que comió. El profesional puede considerar inducir el vómito o aplicar carbón activado para impedir que las toxinas sean absorbidas.
Para prevenir accidentes, es recomendable mantener el chocolate fuera del alcance de los perros. Si deseas darle un premio especial, hay golosinas seguras para ellos, elaboradas con ingredientes saludables como algarrobo, que simulan el sabor del chocolate sin los riesgos asociados a su consumo.
DCN/Agencias