
El café es una de las bebidas más apreciadas, con una significativa cantidad de la población en Estados Unidos, aproximadamente el 75%, consumiéndolo diariamente. Este ritual matutino acompaña a muchos en su inicio de jornada y también durante momentos de descanso.
Trisha Pasricha, médica e investigadora de Harvard, advierte que el efecto del café en la salud depende más del método de preparación y los ingredientes añadidos que de la cafeína en sí. Su revisión de varios estudios indica que el consumo moderado de café podría estar asociado con una mayor longevidad.
Una investigación de 2022 que analizó a más de 170.000 adultos sanos en el Reino Unido durante siete años reveló que aquellos que consumían entre una y tres tazas y media de café al día presentaban un riesgo de mortalidad hasta un 30% menor en comparación con quienes no lo bebían. Además, otros estudios han establecido vínculos entre el café y una disminución en el riesgo de enfermedades como Parkinson, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, gracias a su alto contenido de antioxidantes.
Sin embargo, los beneficios pueden verse reducidos por el consumo excesivo de azúcares o cremas procesadas. Pasricha sugiere limitar el azúcar a una cucharadita y utilizar solo un par de cucharadas de leche entera por taza.
El azúcar se destaca como un enemigo para la salud. Análisis recientes han encontrado que los bebedores de café sin endulzar mostraron mejoría en su salud, mientras que aquellos que utilizan edulcorantes artificiales no obtuvieron resultados similares. Además, muchas cremas de café disponibles comercialmente contienen aceites y azúcares que no aportan beneficios.
La manera en que se prepara el café también es esencial. Un estudio en Noruega indicó que las personas que consumían café filtrado tenían un riesgo de mortalidad más bajo que aquellas que usaban métodos sin filtro, debido a los diterpenos que elevan el colesterol LDL, presentando mejor retención en filtros de papel.
La hora del día en que se consume el café también influye. Un análisis con más de 40.000 estadounidense reveló que aquellos que bebían la mayor parte de su café antes del mediodía tenían un 16% menos de riesgo de mortalidad que quienes lo hacían más tarde.
En general, Pasricha concluye que el café es generalmente seguro y beneficioso si se consume con moderación y se preparan adecuadamente. Se recomienda que las personas con hipertensión consulten a su médico antes de aumentar su consumo. Su recomendación final es clara: hasta tres tazas y media de café filtrado al día, con poco azúcar y sin cremas procesadas, pueden contribuir a una vida más saludable.
DCN/Agencias