Tragedia laboral: Joven pierde la vida tras arrastrar una agotadora rutina de casi 80 horas semanales
Tragedia en el mundo laboral: Un joven coreano muere por exceso de trabajo
La vida laboral de Jeong Hyo-won, un joven supervisor de 26 años en la famosa cadena de cafeterías surcoreana London Bagel Museum, llegó a un trágico desenlace el pasado julio. Según el diario The Korea Times, Jeong fue hallado sin vida en un dormitorio de la empresa, y los exámenes médicos confirmaron que la causa de su muerte fue un paro cardíaco.
Este caso ha暴露ado las oscuras realidades del agotador ambiente laboral en Corea del Sur. Según el Partido de la Justicia, solo cinco días antes de su muerte, Jeong trabajó desmesuradas 21 horas en un solo día. El día anterior, se presentó a las 9 de la mañana y salió cerca de la medianoche, acumulando así un total de casi 80 horas de trabajo semanal, muy por encima del límite legal de 52 horas que establece la legislación del país.
Los mensajes de texto que envió a su novia revelan el alto nivel de estrés al que estaba sometido. En sus comunicaciones, se disculpaba frecuentemente por no poder contestar, ya que aseguraba no tener tiempo ni siquiera para comer durante su jornada laboral.
En respuesta a la situación, el Ministerio de Empleo y Trabajo de Corea del Sur ha abierto una investigación especial sobre la cadena de cafeterías, tras la petición de la familia de Jeong para que su deceso sea considerado un accidente laboral. Sin embargo, la empresa ha rechazado consistemente las acusaciones en su contra.
Esta trágica historia pone de relieve el preocupante problema del "karoshi", término japonés que significa "muerte por exceso de trabajo", y plantea un llamado urgente a la reflexión sobre las condiciones laborales en el sector de servicios. En un contexto donde el bienestar de los trabajadores a menudo se sacrifica en pos de la productividad, el caso de Jeong sirve de advertencia sobre los peligros del estrés crónico y las largas jornadas laborales.
El caso ha reavivado el debate sobre la salud laboral en Corea, donde muchos trabajadores enfrentan presiones que ponen en riesgo su vida. Sin duda, un recordatorio de que detrás de cada café servido puede haber una historia de sacrificio y sufrimiento.
DCN/Agencias
