
El nacimiento, los primeros pasos y las primeras palabras son hitos significativos en la vida de cualquier persona, pero curiosamente, no retenemos recuerdos de esos momentos. Este fenómeno se conoce como amnesia infantil, un tema que ha intrigado a neurólogos y psicólogos durante años.
Nick Turk-Browne, profesor de Psicología y Neurocirugía en la Universidad de Yale, plantea dos preguntas fundamentales: ¿formamos recuerdos en la infancia que no podemos recuperar después, o en realidad, no generamos recuerdos en esos primeros años? Durante mucho tiempo, se pensó que los bebés no eran capaces de recordar debido a la falta de un sentido de identidad o el no poder comunicarse verbalmente.
Una de las teorías sugiere que el hipocampo, que es la parte del cerebro encargada de la formación de nuevos recuerdos, no está completamente desarrollado hasta los cuatro años. Según Turk-Browne, esta región del cerebro crece más del doble durante la infancia, lo que podría impedir el almacenamiento de experiencias tempranas.
No obstante, un estudio reciente liderado por Turk-Browne desafía esta noción. Su equipo analizó el cerebro de 26 bebés entre cuatro meses y dos años mientras les mostraban diferentes imágenes. La atención que los bebés prestaban a estas imágenes permitía inferir si podían recordarlas. Los hallazgos indicaron que, si el hipocampo mostraba actividad al ver una imagen por primera vez, el bebé tenía más probabilidad de recordarla más tarde, especialmente si superaba el año de edad.
A pesar de estos hallazgos, Turk-Browne enfatiza que aún se necesita investigar más para confirmar si los bebés realmente almacenan recuerdos en el hipocampo. Esto plantea preguntas sobre la ubicación de esos recuerdos y si son recuperables más adelante.
Catherine Loveday, profesora de Neuropsicología en la Universidad de Westminster, también sostiene que los bebés pueden formar recuerdos, sobre todo cuando empiezan a verbalizar sus experiencias. Aun así, no está claro por qué esos recuerdos no permanecen a lo largo del tiempo.
El reto adicional de estudiar la amnesia infantil es la dificultad para validar la autenticidad de los recuerdos que las personas creen recordar de su infancia. Loveday menciona que dichos recuerdos pueden ser reconstrucciones de experiencias que se sienten reales, aunque no lo sean.
El misterio de la amnesia infantil invita a reflexionar sobre la identidad y la manera en que percibimos nuestro pasado, desafiando nuestra comprensión de quiénes somos.
DCN/Agencias