Florida recibió 608 millones de dólares de la Administración del presidente Donald Trump para los centros de detención migratoria Alligator Alcatraz y Deportation Depot, según confirmó el gobernador Ron DeSantis. La información fue compartida a través de sus redes sociales, citando al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que anunció la entrega de fondos el martes, un día antes del cierre del Gobierno federal.
Este monto se otorga tras una solicitud de reembolso de Florida a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) por los costos asociados a Alligator Alcatraz, inaugurado hace tres meses en el oeste de Miami, con capacidad para hasta 5.000 detenidos. Los fondos también se utilizarán para Deportation Depot, que comenzó a operar hace un mes en el norte de Florida, cerca de Jacksonville.
DeSantis utilizó la noticia para responder a críticos que cuestionan el gasto de recursos estatales. Afirmó que siempre estuvo seguro de que recibirían este reembolso.
Sin embargo, el anuncio ha generado críticas. Organizaciones ambientales han demandado a Alligator Alcatraz por su construcción en una zona natural de los Everglades, un ecosistema que alberga especies en riesgo, incluyendo caimanes. Estas organizaciones argumentan que la asignación de fondos federales evidencia que la construcción del centro debió haber incluido un análisis de impacto ambiental, algo que, según su demanda, no se realizó.
Eve Samples, directora ejecutiva de Friends of the Everglades, declaró que el financiamiento de FEMA respalda su argumento de que la actividad en Alligator Alcatraz debería cesar para proteger el medio ambiente.
El anuncio ocurre un mes después de que el Undécimo Circuito de la Corte Federal de Apelaciones bloqueó una orden de desmantelamiento de Alligator Alcatraz, que debía llevarse a cabo en octubre mientras se revisa el caso.
Diversas organizaciones civiles han denunciado que Florida está estableciendo un modelo de detención migratoria que podría replicarse en otros estados del país. DeSantis, por su parte, ha afirmado que estados como Texas, Luisiana e Indiana han seguido su ejemplo al crear centros de detención similares.
DCN/Agencias