El opositor cubano José Daniel Ferrer ha manifestado su disposición a irse al exilio, pero se niega a que su salida sea utilizada por el Gobierno cubano en una negociación con Estados Unidos. Esta información fue confirmada por su hermana, Ana Belkis Ferrer, quien explicó que las autoridades desean que él haga declaraciones o pida a la embajada de EE.UU. y a la iglesia católica que inicien un diálogo.
Ferrer, actualmente encarcelado, ha denunciado maltratos y golpizas en prisión. Su familia, que inicialmente se mostró esperanzada por su posible excarcelación, se siente ahora frustrada. Ana Belkis comentó que la situación es sumamente dura y que vivir esto es un «martirio constante» para ellos.
El opositor ha enviado un manuscrito de cuatro páginas donde detalla su proceso de decisión para aceptar la salida forzada de Cuba. Manifiesta que las presiones de la policía política lo llevaron a aceptar el exilio, aunque enfatiza que prefiere morir en prisión que aceptar condiciones impuestas para su salida. Ferrer afirma: «Estoy listo para morir, pero no para vivir sin honor».
Esta decisión también busca proteger a su familia, que ha experimentado persecución. Ferrer critica la falta de unidad y efectividad en la oposición y la postura de la comunidad internacional frente al régimen cubano. También ha sufrido brutalidades en prisión, incluyendo golpizas y robos de alimentos por parte de las autoridades.
La carta, escrita el 10 de septiembre, fue publicada por su familia ante la negativa del Gobierno cubano de aceptar el exilio incondicionado. Ferrer, considerado «preso de conciencia» por Amnistía Internacional, ha estado en prisión más de la mitad de los últimos 20 años, y fue parte de los 75 detenidos durante la Primavera Negra de 2003. Fue excarcelado brevemente a principios de este año bajo un acuerdo entre La Habana y Washington, pero regresó a prisión tres meses después.
DCN/Agencias