El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reavivado el debate sobre el comercio con una propuesta inusual: implementar un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera del país, argumentando que la industria cinematográfica estadounidense ha sido “robada” por otras naciones. En su red social Truth Social, Trump expresó: “Nos quitaron el cine como si fuera un caramelo a un niño” y aseguró que esta medida busca resolver un problema que considera de larga data.
No se especificaron detalles sobre cómo ni cuándo se aplicaría esta medida, ni si afectará solo a las películas en cines o también a las que se distribuyen a través de plataformas como Netflix o Amazon Prime, donde circula gran parte de la producción extranjera.
Curiosamente, Trump dirigió críticas hacia el gobernador de California, Gavin Newsom, a quien catalogó como “débil e incompetente”, a pesar de que Hollywood, el núcleo de la industria que dice defender, se encuentra en ese estado.
La propuesta del arancel no es nueva, ya que en mayo había indicado su intención de gravar las películas extranjeras. En su segundo mandato, este tipo de políticas arancelarias se ha intensificado, con recientes anuncios de tarifas del 100% a medicamentos y otras categorías de productos importados.
La aplicación de un arancel al cine conllevaría la creación de mecanismos para controlar los contenidos digitales y obligaría a distribuidores y plataformas a reportar su origen, lo que podría generar disputas legales. Esta medida podría abrir una guerra cultural y comercial con aliados tradicionales como Europa y Japón, aumentando las tensiones en el ámbito del entretenimiento.
DCN/Agencias